El Vaticano exige la expulsión de sus órdenes de los religiosos que hayan cambiado de sexo, y prohíbe a los transexuales el acceso a la vida religiosa, indica un documento confidencial editado ayer por la agencia católica Adista. Los sacerdotes no están autorizados a cambiar los registros de bautismo para adecuarlos al cambio de sexo de un fiel ni, por lo tanto, a autorizar el matrimonio de éste una vez realizado el cambio de sexo, precisa el texto. El documento lleva la firma del cardenal Eduardo Martínez Somalo, prefecto de la congregación vaticana para los religiosos, quien da cuenta de una nota al respecto del cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la congregación vaticana para la doctrina de la fe. Tanto el documento de la congregación para los religiosos como la nota de la congregación para la doctrina de la fe estaban destinados a permanecer secretos, a pedido del Vaticano. Y la toma de posición de la Santa Sede al respecto significa que la Iglesia se ha visto ya confrontada a casos de transexualidad entre sus miembros. "Dado que la cuestión es compleja y delicada, se pide a todos los destinatarios que aseguren a esta carta, al igual que a la nota de la congregación para la doctrina de la fe, una máxima confidencialidad, y que la utilicen exclusivamente dentro de su instituto o sociedad religiosa para los objetivos indicados", precisa el documento. "El miembro de un instituto religioso, de una sociedad de vida apostólica o de un instituto secular que se someta a una intervención de cambio de sexo debe ser expulsado de su casa religiosa para bien de las almas", afirma la carta firmada por monseñor Martínez. "En lo que respecta a la condición sexual de un fiel, lo que cuenta es la inscripción hecha originalmente en los registros parroquiales diocesanos", agrega el documento. "Por lo tanto, incluso en caso de cambio de sexo a raíz de una operación quirúrgica o de un cambio de sexo aceptado por el registro de estado civil, nada cambia en la condición canónica inicial", recalca. Y respecto a la admisión de un transexual en la vida religiosa, la negativa del cardenal Ratzinger es tajante. "Cuando una duda prudente sobre la presencia de transexualismo surge a raíz de actitudes exteriores evidentes y de testimonios dados por aquéllos que están a cargo de la formación de los candidatos, el superior debe exigir una visita médica y psiquiátrica" de la persona concernida, declara el prelado. "En caso en que aparezca una patología grave e irreversible de transexualismo, no se puede admitir al candidato" en la institución religiosa, añade. El candidato no será aceptado ni siquiera "en caso de duda", cuando no puede "asegurar una identidad plena y clara". El Vaticano prohibió ya recientemente el acceso al sacerdocio a los homosexuales. (AFP)
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