El precandidato presidencial del PJ Adolfo Rodríguez Saá se descompuso ayer en Santa Fe. La alta temperatura reinante que llegó, según algunas estimaciones, a arrimarse a los 50 grados de sensación térmica y la baja presión atmosférica, le jugaron una mala que el puntano, aunque quiso, no pudo disimular. No obstante, luego de ser revisado por un médico y que sus allegados confirmaran que se había recuperado porque "no se trató más que de un golpe de calor", Rodríguez Saá viajó a Buenos Aires. "Fue un malestar pasajero del que se recuperó de inmediato", tranquilizó el anfitrión y secretario general de la Unión Tranviarios Automotor, Jorge Kiener.
El ex presidente llegó a la ciudad antes de mediodía en medio de una agobiante jornada y mantuvo múltiples reuniones para luego trasladarse al camping que la UTA posee sobre la ruta 1, a la altura del kilómetro 4, camino a la localidad de Rincón.
En dicho lugar, a unos 20 kilómetros de la capital provincial, el precandidato presidió lo que se dio en llamar Jornada de Trabajo y Conformación de los comandos electorales y de la que, según los organizadores, participaron unos 800 dirigentes del justicialismo, provenientes de los 19 departamentos de la provincia.
Luego de dialogar de modo personal con cada de las 19 comisiones, representativas cada una de los tantos departamentos, Rodríguez Saá bajó al salón del plenario y cerró la jornada con un discurso. Durante el mismo volvió a fustigar al gobierno aunque esta vez haciendo hincapié en el recientemente firmado acuerdo con el FMI, al que denostó de modo enfático.
Dijo que fue "un pésimo acuerdo" el que firmó el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y acusó a la administración Duhalde de "seguir pagando la deuda por encima del hambre de los argentinos".
Reprochó que "todavía no se sepa cuánto verdaderamente se debe" y que la negociación "haya costado 18 mil millones de pesos. Esos 18 mil millones son los que faltan para que la gente coma".
El bajón del Adolfo
La arenga había comenzado a llegar a su clímax cuando un muy sudado Rodríguez Saá, quien no paraba de beber agua, empezó a apurarse casi hasta terminar de un modo abrupto con el uso de palabra y, a renglón seguido, abandonar raudamente el salón, casi sin despedirse.\El desconcierto de la dirigencia y de la prensa fue mayúsculo en ese momento, pero la inquietud ganó a la concurrencia cuando se informó que el candidato se retiraba porque estaba "descompuesto". Ello justificaba la intempestiva salida del puntano que no saludó a sus adherentes y dejó sin declaraciones a la prensa a la que se le había prometido que sería atendida al cabo del discurso de cierre de la jornada.\Mientras tanto Rodríguez Saá fue llevado al primer piso del edificio, donde se le aconsejó un baño, se hizo comparecer en el lugar a un médico quien, según le dijo el dueño de casa a La Capital, diagnosticó que "fue producto de un golpe de calor, producido por la alta temperatura y la intensa actividad desplegada por el candidato".