Santa Fe. - El servicio de transporte de pasajeros parece haber iniciado la cuenta regresiva en la capital provincial. Mañana el gremio de choferes podría decidir por lo menos la paralización de un importante número de líneas que están en manos de los pocos concesionarios que quedan, quienes a su vez presentarán a la Municipalidad un proyecto alternativo para hacerse cargo de todas las líneas, incluso las cogestionadas por la UTA.
Sin embargo, y aún cuando hasta ayer no se había entregado oficialmente la iniciativa en el municipio, lo que se pudo conocer de la misma generó una respuesta negativa del intendente interino, Darío Boscarol, quien consideró que la propuesta de algunos empresarios del transporte es tan inviable como la ofrecida por el Grupo Plaza. Boscarol sostuvo que el servicio necesita aire nuevo y que para eso se debe continuar con el proceso de licitación.
Por su parte el titular de la Unión Tranviarios Automotor, Jorge Kiener, advirtió que peligra el servicio del transporte público de pasajeros en la mayoría de las líneas que cubren la capital provincial por los inconvenientes que presentan las unidades cuyos recorridos no estarán garantizados a partir del fin de semana. El dirigente principal referente gremial del candidato presidencial, Adolfo Rodríguez Saá, dijo que a los dirigentes gremiales les resulta prácticamente imposible "continuar alentando a los trabajadores en algo serio", aunque dijo que van a tratar "de defender todavía las líneas autogestionadas, si es que los trabajadores quieren".
Los actuales empresarios -que jamás presentaron una propuesta y ahora lo hacen en el mismo tenor que el Grupo Plaza, quieren en definitiva el gerenciamiento y hacerse cargo de la totalidad del transporte- incluyendo a las líneas gerenciadas por la UTA. Al mismo tiempo solicitan que se suspenda por un año y medio el llamado para el nuevo concesionamiento.
Pero no únicamente piden esto los empresarios, que hasta ayer sólo mostraban empresas al borde de la quiebra, sino que se haga reduciendo los recorridos y el número de colectivos en servicio y además previendo eventuales modificaciones en los actuales valores del boleto común. Es decir, que los empresarios transportistas quieren todas estas ventajas a expensas de los usuarios, quienes deberán caminar más para tomar un colectivo y al mismo tiempo gozar de menores comodidades y casi seguramente con un incremento del boleto.
Sin colectivos
Las líneas que dejarían de prestar servicio este fin de semana serían las de los ramales 1, 2, 5, 6, 7, 9 y 14, lo cual representa algo más de un tercio del transporte de colectivos. Para el resto dependerá de la asamblea que se realizará mañana, ya que a los choferes en la mayoría de los casos se les adeuda dos meses de sueldo.
Por su parte empresarios del sector acusaron a Kiener de estar alentando la paralización y el caos en el transporte público teniendo en cuenta que la UTA está jugada a favor de la propuesta presentada por el Grupo Plaza de Buenos Aires para hacerse cargo del gerenciamiento total del servicio. "Yo ya no creo que haya nada que convenza a los trabajadores para hacer algo más de lo que están haciendo para que el transporte aún siga funcionando", dijo Kiener quien recordó que mañana se realizará un plenario con los choferes de las distintas líneas para evaluar la situación de cada una de ellas y a partir de allí se adoptará una resolución.
Por su parte el secretario de Gobierno de la Municipalidad capitalina, Alejandro Rossi, no se mostró sorprendido por la situación de colapso y señaló que desde el municipio se están evaluando algunas medidas alternativas si el cese de servicio se concreta. Rossi dijo que están viendo si algunos de los empresarios que siguen prestando servicios están interesados en hacerse cargo del tema, y si alguno de los que prevén participar en la licitación puede hacer cargo transitoriamente de algunas líneas.