La empresa de trenes Ferrobaires anunció ayer que suspendió el servicio Plaza Constitución-Bahía Blanca hasta que la compañía Ferrosur Roca "habilite la operatividad de la vía principal". La suspensión se produce cinco días después de que un tren de Ferrobaires descarrilara en la ciudad de Ranchos cuando circulaba por una vía cuyo mantenimiento, según se explicó, es responsabilidad de Ferrosur. La medida afectó a numerosos pasajeros que habían abordado algunas formaciones y tuvieron que desembarcar.
Además, Ferrobaires explicó que a los usuarios que han sacado pasaje para distintos destinos en ese ramal los trasladará "mediante servicio automotor". Aclaró que quienes no quieran esa opción "podrán solicitar la devolución total de los importes abonados" en las boleterías de la empresa.
Asimismo, Ferrobaires precisó que el servicio Plaza Constitución-Quequén (Necochea) (que anteayer también tuvo problemas cuando un tren de pasajeros llegó demorado a Buenos Aires por el descarrilamiento de un carguero) se realizará vía Mar del Plata, combinando en esta última ciudad con micros al destino final.
Las empresa se comprometió a respetar las fechas y horas de viaje que figuran en los boletos que han sido sacados con anterioridad. Como en el caso anterior, los que no acepten la opción del viaje vía Mar del Plata y de allí en ómnibus hasta Quequén podrán reclamar la devolución del importe del pasaje.
Denuncian "destrucción de la red"
La red troncal ferroviaria "se ha destruido" durante once años en manos privadas y las empresas concesionarias de los trenes "son las que más subsidios piden, las que más crecieron el año pasado respecto al bienio anterior y las que menos han hecho", denunció ayer el defensor del pueblo de la Nación, Eduardo Mondino.
Tras recientes accidentes de trenes en la provincia de Buenos Aires, Mondino se preguntó si "hará falta una tragedia con decenas de muertos en un descarrilamiento" para que se tomen medidas.
Además, indicó que hay trenes que deben circular a velocidades de 15 ó 20 kilómetros por hora por los problemas de vías.
El ombudsman dijo que "la crisis desatada en el servicio ferroviario comenzó en el mismo momento de su privatización, cuando los contratos de concesión fueron celebrados con una premura que sacrificó la calidad del compromiso empresario y los controles eficientes del Estado".
Las empresas de servicios de carga "son responsables del cuidado y mantenimiento de la red troncal ferroviaria en todo el país", dijo, y añadió que "según informes oficiales de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, la obligación primaria de esas concesionarias ha sido y es el mantenimiento y la realización de inversiones para mejorar la red troncal en todo lo relativo a los servicios de pasajeros de larga distancia".
"Paradójicamente se está en presencia de las empresas que más subsidios piden y que más crecieron en el 2002 respecto del bienio 2000/1, y son las que menos han hecho", denunció.
El más rentable, no funciona
Precisó que "el tren de pasajeros que va de Retiro a Córdoba, el más rentable que había en el país, no funciona porque por falta de inversiones, la empresa Central Argentino está autorizada a circular con sus convoyes a sólo 20 kilómetros por hora, dadas las condiciones en que se encuentra la red troncal". "Otro tanto sucede con el servicio Tucumán-Retiro, al que se le fijó una velocidad máxima de 15 kilómetros horarios por la misma causa", añadió.
Dijo que "los trenes de pasajeros del área metropolitana constituyen hoy el peor servicio público", y aseveró que "después de once años de privatización lo que ha resultado es la destrucción de la red troncal ferroviaria".
"Esto es lo que sucede con los trenes bonaerenses, que circulan por vías totalmente desatendidas por la empresa responsable y por el Estado. ¿Hará falta una tragedia con decenas de muertos en un descarrilamiento para que cada uno asuma su cuota de responsabilidad en esta crisis?", concluyó Mondino. (Télam)