Diferentes economistas consideraron ayer necesario el acuerdo cerrado entre la Argentina y el FMI para dejar atrás "el caos" y el riesgo de "apartarse aún más del mundo", mientras que representes de la banca pública y del ARI criticaron las modificaciones que se plantean para los bancos públicos. Manuel Solanet, economista de Infupa, afirmó que "es mejor que se haya firmado a que esto no hubiera sucedido. Así la Argentina evitó apartarse aún más del mundo, tal como hubiese sido entrar en default con organismos". Roberto Feletti, presidente del Banco de la Ciudad, rechazó la posibilidad de incorporar capitales privados a la banca pública y consideró que, si bien "cambios debe haber", lo que "se plantea" en la carta de intención es "un proceso de reducción de la participación de la banca pública en el mercado". Y consideró que la iniciativa del gobierno devendrá en "el achique de aquellos actores con mayores posibilidades de otorgar crédito". La diputada del ARI Graciela Ocaña presentó un pedido de informes para conocer "los motivos que determinaron la incorporación de la reestructuración de la banca pública" en el acuerdo. "Es un tema reclamado por años por el FMI a pedido de la banca extranjera, que les permite entrometerse en cuestiones ajenas a la evaluación de la capacidad de repago de nuestro país", se quejó.
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