"Como las pruebas adentro del autódromo se cobran, la hacen fácil: las calles de alrededor se transforman en pistas para las carreras", afirman a La Capital indignados vecinos de Aldea y Hostal del Sol. Tampoco es que los damnificados se hayan quedado en silencio, sino que hicieron reiteradas gestiones ante Obras Públicas de la Municipalidad para que se edificaran lomos de burro. Sin embargo, jamás se construyeron. La gente de la zona, impotente y aterrorizada por la inseguridad en que viven sus chicos, pone vallas, piedras, lo que encuentra, pero los autos y motos preparadas se las ingenian para seguir corriendo carreras a altísimas velocidades por el barrio. Así que ahora las calles Malabia, Schweitzer y 1462, "directamente transformadas en una pista", podrían cambiar sus nombres por otros más adecuados para un circuito tuerca.
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