Si la sustitución real de importaciones debe darse en un proceso en el cual el crecimiento de la producción y la demanda no se refleje en un aumento de importaciones, el proceso que vive la Argentina está aún a medio camino, con distinta evolución según el rubro que se trate. En un trabajo de la Secretaría de la Industria se destaca que en la mitad de 2002 la sustitución para el total de productos trepó al 40%, lo que implica un valor de algo más de 7.000 millones de pesos. Los mayores grados de sustitución se observan en los sectores donde la Argentina posee oferta local y tecnología de producción acorde a los estándares internacionales. Por eso, hubo menos importaciones en alimentos y bebidas (-68%), textiles, cueros y calzado (-52%), papel y celulosa (-41%), y materiales de construcción (-60,5%). Por otro lado, sectores como los químicos y las maquinarias de uso industrial muestran una sustitución menor. Es que la oferta local de varios de estos productos es prácticamente inexistente y para reactivarla se requiere de inversiones que llevan tiempo y dinero. Del trabajo se desprende que en el caso de aparatos como radios y televisores, la brecha entre importaciones efectivas y teóricas estaría asociada a la liquidación de stock de importados, antes que a la sustitución lisa y llana de importados por producción local. Los vinos y cervezas se sustituyeron en un 90%. En cambio, los productos que no han observado cambios son los que no tienen producción local, o bien es muy limitada, como el café, té, o cacao. El bloque químico ha tenido un comportamiento muy distinto hacia su interior. Un conjunto de productos para los cuales la oferta local es limitada, como el rubro de farmacéuticos, que prácticamente no tuvieron sustitución, y los derivados del caucho y los plásticos, que están siendo reemplazados por producción local. Las pinturas, barnices, colorantes y otros productos similares registran una liquidación de stocks acumulados y una oferta local limitada. En cuanto a abonos y plaguicidas, donde existe una producción local de importancia por la apertura de instalaciones en el polo industrial de Bahía Blanca, se pudo sustituir más del 67%. Para los fabricantes de materiales derivados del caucho y plásticos, el futuro es más que promisorio. Productos como perfiles, guantes, hilos, cuerdas, tubos, caños y mangueras, se han sustituido en más del 46% por producción local. En el caso de los neumáticos, si bien en el primer semestre se sustituyeron en un 27%, es de esperar que la performance mejore en el futuro. Una de las principales industrias abrirá una planta en el país para producir cubiertas para camiones y tractores, material que se importaba en su totalidad. El grupo que corresponde a productos metálicos básicos y sus manufacturas fue el de menor sustitución. La producción local se destina al mercado externo, y la evolución de sus precios siguió el camino del dólar, con sus alzas y sus bajas. En las maquinarias de uso industrial, el material eléctrico y los instrumentos de medición, se observó un importante nivel de reemplazo, cercano al 40%. Sin embargo, algunos industriales consultados coinciden en que no se registraron importaciones por el alto stock que se está liquidando de estos productos.
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