Buenos Aires.- Tres de los nueve imputados por el encubrimiento agravado del crimen de María Marta García Belsunce se presentaron ayer ante el fiscal Diego Molina Pico para prestar declaración indagatoria, mientras el juez de la causa mencionó la posibilidad de que entre todos ellos pueda estar el homicida.
"Alguna de las personas que está por encubrimiento, si se suman nuevos elementos, podría ser imputada por homicidio", dijo en declaraciones a radio La Red el juez de Garantías de San Isidro, Diego Barroetaveña, a cargo de la causa.
El fiscal Molina Pico indagó a la masajista de María Marta, Beatriz Michelini; el primer médico en ver el cadáver, Juan Ramón Gauvry Gordon; y el medio hermano de la víctima, Juan "John" Carlos Hurtig.
La kinesióloga Michelini fue la primera en presentarse ante el fiscal, que la acusó de borrar evidencias clave para la investigación, al lavar la sangre del baño donde fue encontrado el cadáver de García Belsunce. No obstante, la mujer se negó a declarar.
La tarde del crimen, Michelini tenía una cita con la socióloga para una sesión de masajes, llegó a la casa junto a un guardia de seguridad porque se había anunciado en la entrada y nadie respondía su llamado.
Se encontró con el viudo Carlos Carrascosa y con María Marta muerta en la bañera. Intentó reanimarla, pero fue en vano.
El segundo en presentarse en la fiscalía de Pilar fue el hermanastro de la víctima, Juan Hurtig, a quien el fiscal imputó por el ocultamiento de la bala, al igual que a su padre Constantino Hurtig, Horacio García Belsunce (h.) y Carrascosa.
Todos ellos mantuvieron una conversación al cabo de la cual decidieron envolver el proyectil en papel higiénico y arrojarlo al inodoro al creer, según dijeron, que era un "pituto" de estantería.
Juan Carlos Hurtig fue, sin embargo, uno de los pocos en sospechar que podría no haber sido un accidente y sugirió llamar a algún médico forense amigo, para que revisara el cuerpo de su media hermana.
A la salida de la fiscalía, su abogado José Scelzi, sólo informó que su cliente "ha hecho las aclaraciones suficientes a los efectos de establecer su inocencia", respecto al encubrimiento que se le imputa.
Para aclarar el episodio de la limpieza del baño, Molina Pico interrogó en tercer lugar al primer médico que vio el cadáver, Juan Ramón Gauvry Gordon, quien le sugirió a la masajista lavar las manchas de sangre para no impresionar a la familia.
El fiscal también acusó al médico de la empresa Paramedic de no hacer la denuncia policial al advertir una muerte traumática, tal como es su obligación.
Gauvry Gordon siempre admitió sus dos errores -ordenar lavar el baño y no llamar a la policía- a la prensa, aseguró que pecó de ingenuo y admitió la posibilidad de que le hayan montaron una escena.
Al fiscal le reiteró que nunca sospechó que estuviera ante un crimen y que no reconoció como orificios de bala los agujeros que María Marta tenía en su cabeza.
La ronda de indagatorias continuará hoy a las 9, con Nora Burgues de Taylor , Sergio Binello a las 10, Guillermo Bártoli a las 11, Horacio García Belsunce (h.) a las 12 y Carlos Carrascosa a las 14. El domingo a las 9 será el turno del padrastro de la víctima, Constantino Hurtig.
En tanto, el juez de Garantías de San Isidro, Orlando Díaz -quien subroga en la causa a Diego Barroetaveña-, otorgó ayer las eximiciones de prisión de los dos imputados por el encubrimiento que habían sido declarados prófugos y sobre quienes pesaban órdenes de detención: los vecinos del Carmel Country Club, Nora Burgues de Taylor y Sergio Binello.
Burgues de Taylor está sospechada, junto a Bártoli y Carrascosa, de proporcionar datos falsos sobre los motivos de la muerte de María Marta en distintas funerarias para evitar la intervención de la Justicia.
Binello, quien se encontraría fuera del país, está sospechado de haber dado órdenes expresas al personal de seguridad del country de impedir, aunque fuera por coimas, el ingreso de policías al lugar.
Asimismo, tanto el juez como el ministro de Seguridad bonaerense pusieron hoy bajo la lupa la actuación de la policía, en especial al jefe de la Brigada Antisecuestro, Angel Casafús, y al titular de la Dirección de Investigaciones de San Isidro, Aníbal Degastaldi. Barroetaveña aseguró que "por la experiencia que tienen esos investigadores, si vieron a la persona muerta no puede pasarles desapercibido que eso no se trataba de un accidente". (Télam)
| |
La Ciudad
