Los habituales concurrentes al hipódromo Independencia están disgustados por el abandono que muestra el sector del terreno cedido al Instituto Superior de Educación Física (Isef), donde los pastizales no dejan ver las pruebas y las carreras a quienes se ubican en la parte baja de las tribunas. El instituto que funcionaba en Granadero Baigorria fue beneficiado con la cesión de poco más de 10 hectáreas del hipódromo por decisión del Ejecutivo municipal. Incluso parte de las instalaciones también quedaron habilitadas para su uso y de hecho son aprovechadas como aulas. Este verano, en una reedición de lo que ya había ocurrido en el anterior, la entrada en vacaciones restó los cuidados en el lugar y los yuyos crecieron hasta trepar al metro o metro y medio de altura. Un empleado del hipódromo confesó ayer a La Capital el pensamiento que reina entre los trabajadores del lugar. "El turf y el profesorado son dos actividades totalmente incompatibles: los riesgos de la actividad hípica son grandes y 2.500 alumnos haciendo ejercicios mientras a un costado se preparan los caballos no resiste el menor análisis", reflexionó. De todas maneras ya es tarde: la provincia, a través del Ministerio de Obras Públicas, hizo una fuerte inversión para remodelar las instalaciones. "Lo que pasa es que no sólo se tiene que remodelar, sino también mantener la infraestructura, que es lo que no se está viendo", dijo el mismo empleado.
| Vacaciones son la excusa para yuyos de más de un metro. (Foto: Silvina Salinas) | | Ampliar Foto | | |
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