Un cargamento de 28 mil kilos de soja desapareció en manos de una banda de piratas del asfalto que asaltó a un camionero, en la ciudad de San Lorenzo, pocos metros antes del ingreso de una de las principales empresas aceiteras del país. En el audaz atraco, los hampones capturaron al chofer y lo retuvieron durante toda la madrugada para liberarlo en jurisdicción de la localidad de Aldao. El rodado, en tanto, apareció vacío y estacionado en jurisdicción de Maciel, a unos 40 kilómetros del lugar del atraco.
Este nuevo robo a un transportista trascendió ayer con la aparición de un camión Ford 700 con acoplado estacionado a pocos metros del cruce de la ruta nacional 11 y el ingreso a Maciel. El vehículo estaba intacto, pero vacío. En pocos minutos la policía santafesina confirmó que se trataba del mismo rodado que había sido robado el lunes pasado a la madrugada en la zona sur de San Lorenzo con 28 toneladas de soja, carga valuada en 15 mil pesos.
El vehículo estaba a cargo de Javier Perfumo, un muchacho de 19 años oriundo de la localidad cordobesa de General Roca. El joven camionero trabaja para la empresa transportista de su padre, Roberto Perfumo. El domingo último, a eso de las 20.30, había partido desde esa población hacia la compañía aceitera Pecom Agra, ubicada en San Lorenzo.
El abordaje
Perfumo relató que, ya en territorio santafesino, viajó sin inconvenientes por la ruta A-012 hasta el cruce con la nacional 11, acceso sur de la ciudad histórica. A esa altura ya eran la 1 de la madrugada del lunes. Tras cruzar las vías del ex ferrocarril Belgrano, el chofer giró hacia la derecha y empalmó por una calle que corre paralela a la ruta y que es el paso obligado de todo camión para ingresar al área de cerealeras.
El conductor incluso pasó por una cabina de peaje municipal que se encuentra sobre ese camino, donde abonó el importe correspondiente. Pero unos 400 metros antes de la aceitera, un hombre canoso, de unos 50 años, se trepó al estribo del lado del acompañante y lo encañonó con un arma de fuego en la cabeza para obligarlo a detenerse. Luego le ordenó tirarse al piso de la cabina y en ese momento apareció otro delincuente más que ingresó al habitáculo por la puerta del conductor.
Ese segundo hombre era de contextura más delgada que el primero, tenía cabellos negros y entre 40 y 50 años. Ese sujeto tomó el volante, mientras que el camionero fue desplazado a la cucheta. Allí lo taparon con unas frazadas. Luego de 20 ó 30 minutos, el Ford700 se detuvo y la víctima con su cabeza tapada fue bajada del transporte y subida a un Renault 12, donde aparentemente había otro hombre al volante.
Perfumo permaneció agachado y con la cabeza tapada. Según manifestó a la policía sanlorencina, una vez acomodado en el R12 se inició otro periplo por un tiempo que no pudo precisar. El viaje terminó cuando lo hicieron bajar y agacharse entre unos matorrales, donde permaneció varias horas hasta que amaneció vigilado por un hombre armado vestido con pantalón vaquero y remera gris. El hombre canoso que le había apuntado por primera vez se acercó con un revólver ajustado a la cintura y le anunció: "Andá hasta un tanque color blanco por acá cerca y ahí vas a encontrar el camión".
Agachado entre los pastos, Perfumo espió de costado y vio cuando los hampones se retiraban en el R12. Caminó sin encontrar el tanque que le habían descripto. Así llegó hasta la seccional de Aldao donde relató lo que había sucedido. Ese pueblo se encuentra en el mismo departamento San Lorenzo, a menos de diez kilómetros del lugar donde se produjo el atraco. Desde el momento en que la policía se puso en conocimiento del robo, el lunes a la mañana, no hubo novedades acerca del Ford700.
Recién ayer a la mañana fue descubierto estacionado en el camino de acceso a la autopista Rosario-Santa Fe de la localidad de Maciel, que corresponde al departamento San Jerónimo. Este caso causó perplejidad entre los investigadores. "Fueron muy temerarios porque asaltaron el camión casi en las puertas de Pecom Agra", comentó una fuente policial sanlorencina. El vocero estimó que la soja podría estar en algún silo de la zona de Maciel, donde también pudo estar "aguantado" el camión en un galpón cercano al lugar donde finalmente apareció. "La demora en desprenderse del vehículo puede justificarse en una dificultad para colocar la soja. Al no poder venderla debieron quedarse con el camión", aventuró una fuente policial.
La Ciudad
