Bogotá. - Un ataque dinamitero atribuido a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) sacudió ayer a la ciudad de Medellín, dejando al menos cuatro muertos, entre ellos un niño de tres años, y 30 heridos, un día después de que el presidente Alvaro Uribe propusiera a Estados Unidos liderar una fuerza multinacional para luchar contra las drogas y la violencia en el país andino. La detonación de un coche bomba cerca de la Fiscalía también causó cuantiosos daños materiales, informaron las autoridades. Horas después miembros de la Fiscalía anunciaron la captura del autor del ataque.
Un vehículo cargado con 40 kilos de explosivos estalló en el estacionamiento del centro comercial El Cid, próximo a la sede de la Fiscalía, en un concurrido sector de Medellín, donde trabajan unos 700 funcionarios. El secretario de gobierno, Jorge Sánchez, dijo que el atentado dejó al menos cuatro muertos, entre ellos un niño de tres años y dos funcionarios de la Fiscalía. Además del edificio del ente público, se informó que unos 40 locales comerciales, departamentos vecinos, 15 automóviles y una tubería de gas doméstico resultaron afectados. Se investiga si otro de los fallecidos era el conductor del vehículo, de acuerdo con el jefe de la Policía Metropolitana, el general Leonardo Gallego.
Los bomberos confirmaron que la explosión del vehículo ocasionó un escape de gas natural, razón por la cual fue evacuada toda la zona para evitar una catástrofe. El secretario de Salud de Medellín, 400 km al noroeste de Bogotá y la segunda ciudad más importante del país, Fernando Henao, señaló que la red de hospitales de la ciudad fue declarada en estado de alerta, a fin de atender a los heridos, muchos de los cuales se hallaban en grave estado.
Millonaria recompensa por información
Las fuerzas de seguridad emprendieron operaciones en la ciudad para tratar de ubicar a los responsables del ataque y habían ofrecido una recompensa en total de 500 millones de pesos (172.000 dólares) a quien proporcionara datos que permitan arrestarlos. Este ofrecimiento puede haber tenido mucho que ver en la rápida captura del presunto autor del atentado. El director de la Policía Nacional, general Teodoro Campo, había pedido la colaboración de los ciudadanos y destacó que gracias a sus denuncias se ha avanzado en las investigaciones de otros actos de terrorismo.
"En el barrio Juan XXIII se logró la captura de Rigoberto García, quien confesó haber instalado el coche bomba en la Fiscalía. El insurgente tiene 21 años y señaló que pertenece a las milicias urbanas de las Farc que operan en Medellín", indicó horas después el portavoz de la Fiscalía.
Previamente a la captura de García ya el jefe de la Fiscalía en Medellín, Francisco Galvis, había responsabilizado a las Farc por el atentado dinamitero. "Este ataque terrorista es un represalia de las Farc por las operaciones que hemos desarrollado en los últimos días en Medellín, en las que hemos capturado a unos 53 milicianos de esa guerrilla", indicó Galvis. Medellín fue escenario el año pasado de una sangrienta campaña dinamitera atribuida por las autoridades a los rebeldes de las Farc y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), así como a los paramilitares de extrema derecha de las AUC.
"Yo creo que ésta es una respuesta de las Farc al operativo que hicimos el lunes pasado en la comuna tres, donde logramos capturar a 33 muy seguramente guerrilleros", aseguró el funcionario. Galvis denunció que ese suburbio está siendo "infiltrado" por entre 350 y 400 miembros de las Farc, entrenados para asestar "golpes" a la población civil.
La explosión de Medellín se produjo un día después de que el presidente Alvaro Uribe propusiera a Estados Unidos liderar una fuerza multinacional, similar a la desplegada en torno a Irak, para combatir por aire y tierra a los narcotraficantes y grupos armados ilegales del país andino.
"El pedido de Uribe es desafortunado"
El ex canciller colombiano Augusto Ramírez calificó ayer de "desafortunada" y "extravagante" la aseveración de Uribe de que la violencia y el narcotráfico en el país andino suponen una amenaza para el mundo mayor que la de Irak. "Me parece que afirmar que el caso colombiano supone un riesgo mayor que la situación de Irak es desafortunado y extravagante", subrayó el ex ministro.
Ramírez, que a nombre de la ONU participó como mediador en el proceso de paz de El Salvador, añadió que "en un mundo en que cada vez se menosprecia más la soberanía nacional, me parece desafortunado colocar a Colombia en un nivel de riesgo mayor que el que supuestamente representa Irak para el mundo". Ramírez fu canciller durante el gobierno de Belisario Betancourt (1982-86). (AFP y DPA)