Con el respaldo del gobierno, el justicialismo bonaerense y sectores aliados al duhaldismo, el gobernador santacruceño Néstor Kirchner relanzó ayer su candidatura presidencial, ahora por el denominado espacio renovador del peronismo. En una jugada destinada a limitar las posibilidades electorales de Carlos Menem, el duhaldismo preparó un escenario en la histórica quinta de San Vicente, que perteneciera a Juan Domingo Perón, con la asistencia de algunos gobernadores, legisladores y funcionarios. En el acto se plasmó también el respaldo a la candidatura a la Gobernación bonaerense de Felipe Solá. "No me falta coraje ni todo lo que hay que tener" para sacar a la Argentina de su larga crisis, enfatizó un Kirchner emocionado y con la voz quebrada. Luego agregó: "No tenemos bronca ni odios contra nadie; vengo a pedir que me ayuden. Me animo a tomar la bandera, ese bastón de mariscal que decía el general (Perón), con todas las fuerzas". Con la ausencia del presidente Eduardo Duhalde, quien apadrina su candidatura, el santacruceño tuvo su acto masivo de apoyo en la quinta de San Vicente, desde donde convocó a la dirigencia a construir un frente nacional y popular que le dé gobernabilidad a la Argentina. En el lugar dieron el presente los gobernadores de Jujuy, Eduardo Fellner; de Formosa, Gildo Insfrán, y de Buenos Aires, Felipe Solá; el vicegobernador de Tierra del Fuego, Daniel Gallo; y los senadores José Luis Gioja, Jorge Yoma y Jorge Capitanich, además de funcionarios nacionales como el ministro de la Producción, Aníbal Fernández; el de Justicia, Juan José Alvarez; la de Trabajo, Graciela Camaño; el secretario general de la Presidencia, José Pampuro, y el Legal y Técnico, Antonio Arcuri. Aunque también hubo notables ausencias, como la del gobernador santafesino Carlos Reutemann, quien sin embargo estuvo representado por el diputado Angel Baltuzzi; y la del cordobés José Manuel de la Sota, quien —según sus voceros— no recibió invitación "ni formal ni informal" al encuentro. En su discurso, el santacruceño aludió varias veces, aunque sin mencionarlo, a su rival Carlos Menem, como cuando señaló: "No queremos dar un paso atrás hacia ese pasado tan cercano que tanto dolor y tanta confrontación le trajo a la sociedad argentina". "No me interesa ser presidente de cualquier manera, no vengo a ser empleado de ningún sector de interés", gritó el postulante ante la aclamación de los presentes, y añadió: "Prefiero volver a pegar carteles con engrudo y pintar leyendas con la gente antes de resignar mis ideales". En contactos con la prensa, Kirchner justificó la ausencia de Duhalde al considerar "absolutamente responsable y coherente" la decisión del primer mandatario de permanecer en Olivos para anunciar el nuevo plan de medicamentos. Sofocada la resistencia de los sectores más duros del duhaldismo, Kirchner logró sumar el explícito respaldo del PJ bonaerense, que se vio expresado con las presencias de los intendentes de Lanús, Manuel Quindimil, y de Tres de Febrero, Hugo Curto, además de otros dirigentes provinciales, como Hugo Toledo. Entre los que suenan como posibles compañeros de fórmula de Kirchner, sobresalían el secretario de Turismo y Deporte, Daniel Scioli, y los intendentes de La Matanza, Alberto Ballestrini, y de La Plata, Julio Alak. También estuvo el presidente del PJ entrerriano, Pedro Guastavino; el titular de la Aduana, Mario Das Neves; los diputados Eduardo Camaño, Lorenzo Pepe, Jorge Obeid y Saúl Ubaldini y la senadora Marita Perceval.
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