El secretario de Cultura de la Municipalidad, Marcelo Romeu, explicó que el hecho de que Joan Manuel Serrat no cante en Rosario es ajeno a la decisión de la administración de la Municipalidad de Rosario, y menos a la del intendente Hermes Binner en forma personal, tal como lo sugirió el cantante catalán cuando se lo consultó por qué su gira por Argentina no incluía a Rosario. El funcionario reveló a La Capital que las gestiones existieron y comenzaron con la consulta que le hizo una persona a la que eligió llamar "un negociador oficioso", intermediario de un grupo empresario local que quería traer a Serrat. "Me preguntaron si había alguna posibilidad de utilizar el anfiteatro para el 31 de enero y les dije que no había ningún problema, y que inclusive podríamos adelantar el ciclo Rosario Bajo las Estrellas para que no se superpongan fechas, pero a los dos días me llaman para decirme que ese espacio no le gustaba a la gente de Serrat". La respuesta tomó por sorpresa al secretario de Cultura: "Al Anfiteatro Municipal va (Alberto) Spinetta, (Rubén) Rada, Mercedes Sosa, y no entiendo por qué no les resultaba adecuado, pero de todas maneras les ofrecí el Hipódromo, pero tampoco lo aceptaron. En ese momento nos pidieron el Monumento a la Bandera para cerrarlo y cobrar entre 30 y 40 pesos de entrada en las primeras filas". A partir de allí se interrumpieron las consultas, ya que el Monumento Nacional a la Bandera es un espacio público que, según explicó el funcionario, no está sujeto a condiciones contractuales para su uso. Romeu aclaró que esa es una decisión política a la cual se someten todos los espectáculos que se presentan allí: "No es nada personal con Serrat, pero dijimos que no. El Monumento es un espacio público y desde ningún punto de vista podemos aceptar que se cierre para cobrar entradas. Nuestra concepción es que no se puede cerrar para espectáculos pagos en ese lugar", subrayó. "En Rosario hay muchos lugares para hacer un espectáculo con Serrat -razonó el secretario de Cultura-; después cada uno evalúa las condiciones en las que quiere actuar desde el punto de vista artístico y desde los números con los cuales el espectáculo cierra. De todas maneras, no es un tema para polemizar, porque están en todo su derecho de entender que determinados lugares no sean los más adecuados".
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