Rodolfo Montes / La Capital
Joan Manuel Serrat llegó a la Argentina para presentar su nuevo trabajo "Versos en la boca". En menos de treinta días tiene previsto ofrecer 14 recitales en 6 ciudades argentinas y Montevideo. Pero esta vez no tocará en Rosario. "Los artistas no siempre elegimos en qué ciudades damos los recitales. Ocurre que por más que quiera tocar, en este caso en Rosario, cuando las propuestas empresarias son complemente inaceptables o directamente no las hay, el recital no se hace. Además en el caso de Rosario, la respuesta a por qué no voy a tocar allí, la puede dar el intendente de la ciudad" dijo Serrat a La Capital de manera tajante. En este sentido, el secretario de Cultura municipal, Marcelo Romeu, advirtió que el hecho de que Serrat no cante en Rosario "es ajeno a la decisión de la Municipalidad y menos aún a la del intendente Hermes Binner en forma personal" (ver aparte). El cantante catalán entró a la sala calmo y dispuesto a charlar. La ceremonia del encuentro con la prensa en un hotel del microcentro de Buenos Aires se volvió a repetir como tantas veces. Pero la luz en los relatos y el encanto en las palabras de Joan Manual se vuelven a encender en cada visita a la Argentina. Y de entrada explicó cómo fue el día que se encerró en su estudio y se puso a escribir "Versos en la boca". Después de un pequeño susto por un episodio cardíaco que pasó sin dejar ninguna secuela, Joan Manuel Serrat salió del lugar de internación y se encontró con un día soleado, lleno de colores, con los parques florecidos y entonces inmediatamente se inspiró. Y se fue directo a producir sus último disco. "Cuando llegué a casa lo primero que hice fue descolgar el teléfono y luego ponerme a escribir", reveló. El cantautor, se sabe, es un observador afligido de los eternos problemas sociales, económicos y políticos argentinos. Y pocos como él tuvieron el privilegio de ver la "película" de la historia argentina de las últimas tres décadas, año a año, casi sin perderse detalle. Requerir de su reporte es una tentación inevitable. Y esto dijo: "Veo a Buenos Aires tal cual es, no me encuentro con ninguna sorpresa. El gobierno, la situación económica, la situación de jubilados, trabajadores y desocupados es la misma que en abril de 2002 cuando vine a la Feria del Libro. También está muy parecida la situación de los políticos, los jueces y demás", señaló con precisión. No hubo cambios importantes en los últimos ocho meses en el país. Y luego agregó, con la autoridad que le otorga su condición de especialista y enamorado del país: "La Argentina de hoy es el resultado de su propia historia. Aquí no hubo un castigo divino que cayera sobre los argentinos, más allá de lo que se merecían. Lo primero es reconocer donde han llegado las cosas para luego salir. Aquí hay que pedir cuentas a los administradores del país desde hace mucho años", recomendó. En otro tramo de la reunión de prensa Serrat aseguró que sus canciones nunca están pensadas con criterio comercial. "Grabé 29 discos y siempre escribí canciones para mí antes que para el público. En ese sentido fui egoísta. Pero me fue bien así y ya no vale la pena cambiar". Luego agregó que "si me dedicara a escribir para el público, a tomar en cuenta sus necesidades, seguramente haría malos trabajos". Por lo demás, el autor negó que existe el público como bloque único de gustos e intereses. Así lo definió: "Cada persona es un público distinto y toma la canción a su medida. Es un error escribir pret a porte. Salvo cuando el marketing hace que una canción se escuche 60 veces por día en todas las radios, y se construye un público de esa canción, el público como aglomerado único no existe". El nuevo disco de Serrat cuenta con 11 temas, donde se muestra en su estado puro, habla del amor como búsqueda, como enajenación, como pasión endemoniada, como complemento. En este nuevo trabajo vuelve a tocar Ricardo Miralles, amigo histórico de Serrat, que había tomado otros caminos musicales en 1991. "Pero siempre seguimos siendo amigos" dijo Joan Manuel. "Las canciones que me acompañan desde hace muchos años viven por sí mismas, y hay que dejarlas vivir. Toda vez que son ejecutadas ofrecen una variación, por leve que sea" señaló Serrat de los temas que lo llevaron a la fama. Y se alegró que otros intérpretes le den sentido a sus temas (como Diego Torres con "Penélope"). "Versos en la boca" es un trabajo donde Serrat buceó en lo interior, en la pasión y donde se cuece la mejor y lo peor de cada mortal. Cada tema cuenta una historia concreta y si bien no se trata de una obra integrada donde todos los temas estén unidos, "sí puede decirse que el disco exhala un perfume propio", dijo el español. Son las canciones que Serrat escribió después de un susto de salud, cuando se reencontró con lo mejor de la vida.
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