Mauricio Tallone / La Capital
Mariano Messera se mueve por el hall de la Hostería Casagrande con la avidez de un recién llegado. Instala la mirada en un punto del horizonte serrano y barniza con minuciosidad su primer día de entrenamiento como jugador de Central. Se lo nota tan a gusto con la vuelta de tuerca que adoptó su carrera deportiva que ni siquiera hace falta formularle la pregunta para que el volante lance el sí al requerimiento de Ovacion: "Dale, ¿dónde querés que hablemos?", fue la respuesta que no se hizo esperar.
-¿Cómo viviste tu primer día como jugador de Central?
-La verdad, me sentí muy a gusto con el cuerpo técnico y con los muchachos. Ya no aguantaba más la situación de incertidumbre que estaba atravesando antes que se arreglara todo. Fue horrible no saber qué iba a pasar con mi futuro. Por suerte ya terminó todo y ahora en lo único que tengo que preocuparme es en cumplirle a Central.
-¿Por qué cuando la prensa te consultaba sobre la posibilidad de venir siempre te mostraste poco convencido de que se iba a dar?
-En ese momento era difícil porque el Cruz Azul había invertido una importante suma dinero en comprarme y hasta ahí yo venía jugando. Lo que pasó es que ustedes se enteraron antes que yo de que el nuevo técnico (Mario Carrillo) no me iba a tener en cuenta.
-¿Por lo que decís el gran culpable de tu ida fue el entrenador?
-Y sí, la verdad es que yo no seguí en México por él. Todo empezó a complicarse cuando llegó y los trascendidos decían que no iba a continuar en el plantel. Hasta ese momento nadie me había comunicado nada. Además estaba el tema con los dirigentes, yo quería charlar con ellos para saber qué pensaban hacer con mi futuro.
-¿Cuándo te enteraste de que no seguías en el Cruz Azul?
-El 31 de diciembre. Igualmente yo me la veía venir porque el 26 Carrillo da una lista para viajar a la pretemporada y yo no estaba. Fui a hablar con él y me dijo que quería verme en la pretemporada, pero el día de fin de año, cuando regresamos a Distrito Federal, me dijo que no me tenía en sus planes.
-¿Querías verdaderamente venir a Central o fue la única opción que te quedaba para no estar parado durante seis meses?
-Reconozco que existían algunas ofertas para quedarme en México, pero mi deseo era venir a Central. Yo quería jugar en Central. Además al Cruz Azul no le convenía que siguiera allá porque los clubes de México que estaban interesados querían pagar un préstamo y ellos preferían seguir haciéndose cargo del contrato que yo había firmado. Apenas me dijeron que el interés de Central era el más firme, no dudé en tomar la decisión. Sé que vengo a una gran institución, con mucha convocatoria y a un gran plantel.
-Hasta ahí todo muy lindo, ¿pero sos consciente de que el objetivo para este campeonato es zafar del descenso?
-Eso lo tengo bien claro. Cuando hablé con Miguel (Russo) me puso al tanto de que la situación para este año estaba complicada. Tenemos que sumar muchos puntos para salvarnos del descenso y no dudo de que lo vamos a conseguir. Si me animé a venir es también porque conocía con qué clase de jugadores me iba a encontrar.
-¿Lo considerás como un paso atrás regresar tan rápido al fútbol argentino?
-No, para nada. Todo lo contrario, yo quería volver a mi país. Cuando uno está afuera se da cuenta del respeto que le tienen al fútbol argentino. Ahora si me preguntás si pensaba volver tan pronto, te contesto que no. Cuando me fui creí que iba a cumplir con los tres años de contrato y no que a los cinco meses iba a jugar en Central.
-Entonces estos seis meses serán una especie de trampolín para regresar en junio a México.
-No, hoy esa posibilidad no me la planteé. Si elegí a Central es porque desde que llegué a Tandil ya estoy compenetrado en mi nuevo equipo y adaptándome al grupo.
-A Vitamina Sánchez lo conocías de su paso por Gimnasia.
-Sí, con Vitamina jugamos en la etapa de Gregorio Pérez y nos entendimos muy bien. A veces él se movía por derecha y yo por izquierda. No vamos a tener problemas si nos toca jugar otra vez juntos.
-Además en Central vas a cumplir el sueño de jugar al lado de Gustavo (por Barros Schelotto).
-No, mi sueño era jugar con Guillermo (se ríe mientras relojea a Gustavo). No, mentira. Ya lo dije un montón de veces, cuando yo estaba en las inferiores de Gimnasia y los Mellizos jugaban en primera, los miraba para copiarles algunas jugadas.
-¿En cuánto influyó en tu decisión de venir que Russo haya manifestado que te quería sí o sí?
-Muchísimo, porque Russo habló conmigo, me interiorizó del proyecto que tenía y sobre todo demostró el interés que no tuvo el técnico de Cruz Azul.
-¿Quién diría, no? Un hincha acérrimo de Estudiantes como Russo haciendo lo imposible por sumar a su plantel a un tripero de ley como vos.
-Sí, eso es lo lindo del fútbol. Es capaz de juntar a un hincha de Estudiantes con uno de Gimnasia.
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