Viena/Caracas. - La Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) acordó ayer aumentar la producción de crudo, para frenar una escalada en los precios del petróleo debido a una huelga general en Venezuela y perspectivas de una guerra en Irak. La Opep incrementará la producción en 1,5 millón de barriles diarios (bpd), hasta 24,5 millones bpd, un incremento del 7%. "Esperamos que el acuerdo produzca un precio razonable para los consumidores y envíe una mensaje muy fuerte al mercado para evitar el pánico", comentó el presidente de la Opep, Abdullah al-Attiyah. El nuevo incremento sólo compensará en parte la pérdida de un estimado de dos millones bpd, a causa del paro general en Venezuela, que prácticamente ha paralizado los suministros del quinto exportador de crudo del mundo. Eso se debe a que Caracas tiene una parte en el aumento de la producción y a que muchos otros miembros de la Opep tienen poca o ninguna capacidad adicional. "La falta de capacidad significa que el petróleo adicional probablemente será menos de lo prometido en papeles", señaló Gary Ross, director ejecutivo de la firma de consultoría PIRA Energy. "La producción de la Opep aún será menor que si no hubiese ocurrido la interrupción (del suministro) en Venezuela", agregó. Las sensibilidades políticas en el cártel provocaron que el crudo adicional fuera dividido en cuotas entre los 10 miembros, pero el aumento dependerá en gran medida del desempeño de Arabia Saudita, el principal productor de crudo del mundo. Washington llamó públicamente a inyectar más petróleo en el mercado, después que los precios del crudo estadounidense superaron recientemente los 33 dólares el barril por primera vez en dos años. Washington recibió el acuerdo con beneplácito. "La decisión de la Opep de aumentar la producción en respuesta a la prolongada interrupción de las exportaciones de crudo de Venezuela es una medida bienvenida que ayudará a aumentar los suministros globales de energía y a respaldar el crecimiento económico global", comentó la portavoz del Departamento de Energía estadounidense, Jeanne Lopatto. Al cumplirse 42 días de la huelga general en Venezuela, militares dispersaron con gases lacrimógenos una marcha de decenas de miles opositores al presidente Hugo Chávez, cuando se acercaron a una base militar de Caracas para exigir la renuncia del mandatario y el llamado a elecciones inmediatas. La marcha a Fuerte Tiuna buscaba repetir una protesta que el 3 de enero culminó en la misma área con dos muertos y decenas de heridos en confusos enfrentamientos entre opositores, chavistas y las fuerzas de seguridad. (ver aparte) El paro, que cuenta con el apoyo parcial del comercio y la industria privada, ha detenido casi por completo a la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), de cuya actividad depende el 50% de los ingresos del gobierno. Los líderes sindicales, empresariales y políticos que promueven la protesta aseguran que Chávez quiere imponerle al país un régimen autoritario y comunista como el de Cuba y que está arrastrando al país a la ruina económica. Además exigen la inmediata renuncia del mandatario, cuyo período se extiende hasta el 2007, y el llamado a elecciones en el primer trimestre del año, algo a lo que Chávez se ha negado. El presidente, un teniente coronel retirado que se dio a conocer al liderar un fallido golpe de estado en 1992, sostiene que para lograr su renuncia, la oposición debe esperar hasta agosto, a mitad de su mandato, cuando la Constitución permite la celebración de un referendo revocatorio de su mandato. El fin de semana, Chávez radicalizó su promesa de vencer el paro, que califica de "golpista, fascista y terrorista", y comentó que podría intervenir bancos que están participando en la protesta y despedir a los maestros de escuelas públicas que se nieguen a reiniciar las clases. Sindicatos bancarios promovieron el cierre, el jueves y el viernes, de una buena parte de las agencias de bancos privados de la nación. Está previsto que la banca vuelva a operar el lunes en el horario restringido que ha asumido desde los primeros días del paro. El sábado, Chávez dijo también que su gobierno despidió ya a unos 2.000 empleados de PDVSA, en la cual ha prometido hacer una "limpieza" y devolverla a la total operatividad en corto plazo. Buena parte de los ejecutivos, gerentes, trabajadores y obreros de la petrolera están participando en la paralización. (AFP, DPA y Reuters)
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