Teherán. - Luego de la eventual destitución del presidente Saddam Hussein, Irak debería ser gobernado por una comisión presidencial de tres miembros, según una propuesta de la oposición iraquí publicada ayer. Al mismo tiempo, el actual partido en el poder llamó a la comunidad internacional a llevar a la práctica su rechazo a un eventual ataque de Estados Unidos, país que continúa enviando refuerzos a la región y cuyos efectivos podrían llegar en febrero a 150.000 hombres. El presidente de la Unión Patriótica del Kurdistán (PUK), Dshalal Talabani, declaró ayer al periódico Irán que en la comisión debería haber un kurdo, un musulmán sunita y otro chiíta. Talabani añadió que la segunda reunión de la oposición iraquí podría posponerse unos días, pero que tendrá lugar sin duda en enero en el norte de Irak. El encuentro estaba previsto para el 15 de enero. El presidente del PUK reiteró que no hay planes para crear un Estado kurdo independiente en Irak, y que lo que se busca es un sistema federal con kurdos y musulmanes en condiciones de igualdad que vivan en un mismo país. Talabani hizo las declaraciones durante un viaje de cinco días a Irán. El PUK, junto con la Unión Democrática del Kurdistán, controla un territorio en el norte de Irak que está protegido por una zona de prohibición de vuelo bajo control de Estados Unidos y Gran Bretaña. En tanto, Irak llamó a la comunidad internacional a llevar a la práctica su rechazo a un eventual ataque de Estados Unidos. "Es cierto que muchas voces se escuchan en el mundo entero para denunciar las intenciones agresivas de Estados Unidos y pedir el levantamiento del embargo impuesto al pueblo iraquí, pero eso no es suficiente, escribió el diario As-Saura del partido Baas en el poder en Bagdad. "Se necesitan medidas eficaces para controlar al agresor y levantar el embargo contra Irak", agregó el diario. Paralelamente, en Teherán se reunieron el primer ministro turco, Abdullah Gul, y el presidente iraní, Mohammed Jatami. "Tenemos que intentar evitar una guerra en la región, ya que una guerra de este tipo tendría efectos dañinos en los Estados del Golfo Pérsico y Medio Oriente", afirmó Gul. Por su parte, Jatami advirtió que la escalada de la crisis permitirá a Israel presionar más a los palestinos y subrayó que Teherán y Ankara son plazas vitales para mantener la paz en la zona. En un encuentro entre Gul y el vicepresidente iraní, Mohammad-Reza Aref, éste reiteró que Irán se opondrá a cualquier acción unilateral estadounidense contra Irak, y llamó a los países de la región a encontrar una postura común respecto a la crisis. "Cualquier agresión lleva a otra agresión, y si Estados Unidos ataca Irak, entonces otros países de la región serán el próximo objetivo", señaló Aref. Por su lado, el diario Al-Irak exhortó a la comunidad internacional a pedir al Consejo de Seguridad de la ONU detener la histeria estadounidense y reconocer el derecho de Irak al levantamiento del embargo. "La comunidad internacional debe probar que el Consejo de Seguridad es un verdadero garante de la seguridad del mundo y no un instrumento en manos de la Casa Blanca", agregó. Esos comentarios ocurren mientras Estados Unidos acelera los preparativos para una eventual guerra, concentrando en la región una fuerza, que, según el New York Times, podría alcanzar 150.000 hombres de aquí a febrero. El diario estadounidense, que cita a responsables militares no identificados, afirma que esta fuerza, la mitad de la cual ya está en el lugar, podría estar en condiciones de pasar al ataque en la segunda mitad de febrero. Tres importantes órdenes de movilización, firmadas por el secretario estadounidense de Defensa Donald Rumsfeld, dos de un total de 62.000 soldados en las últimas 24 horas y una de cerca de 25.000 el 24 de diciembre de 2002, desencadenaron el envío crucial de refuerzos de infantería, tanques, navíos de guerra y aviones de combate, indicó el diario. (AFP y DPA)
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