Un juez condenó a 10 años de prisión a un hombre de 32 años que mató a un hermano en medio de una discusión regada por varios litros de cerveza. El acusado intentó que pareciera un caso de defensa propia y los testigos, muchos de ellos de la familia, fueron acomodando sus declaraciones para favorecerlo. Sin embargo el magistrado detectó la maniobra y estableció que se trató de un crimen. El condenado es Claudio Antonio Flores, a quien se atribuye el homicidio de su medio hermano Juan José Díaz. El crimen ocurrió el 20 de mayo de 2001 en Guillermo Tell al 400, donde vivían los protagonistas de la historia. Aquel día la familia celebraba el cumpleaños de la víctima. Era domingo, la reunión había comenzado a medio día y durante horas tomaron varios litros de cerveza. Hacia las seis y media de la tarde se desató una ácida discusión por motivos aparentemente menores y la pelea terminó abruptamente cuando Díaz recibió la descarga mortal de un pistolón en medio del pecho. El autor del disparo había sido Flores, quien inmediatamente se subió a una moto y quiso huir hacia la casa de un familiar en Villa Gobernador Gálvez. Pero el hombre estaba tan borracho que a las pocas cuadras se estrelló contra una camioneta y tuvieron que llevarlo al Hospital Gamen. Sobre el pavimento, tirado junto a la moto, había quedó el pistolón calibre 32 con el que había disparado contra su hermanastro. El herido fue preso y lo acusaron de homicidio. Flores intentó entonces hacer pasar el crimen como un accidente y después como un acto de legítima defensa. Pero no estuvo sólo en la movida: varios de los testigos, casi todos de la familia, primero hablaron de un homicida desconocido y luego acomodaron sus declaraciones para sostener la coartada del homicida. Algunos llegaron incluso a sostener que la víctima tenía un arma con la que quiso agredir a Flores, pero la policía jamás la encontró y el juez Julio Kesuani, el mismo que ahora dictó la condena, interpretó que ese detalle fue un invento más para favorecer al acusado. El magistrado le dio 10 años, el mínimo de la pena para estos casos. Flores fue a los Tribunales a notificarse del fallo el último día del año pasado. Apeló y forzó así una revisión del mismo en la Cámara Penal. La sentencia definitiva se conocerá en algunos meses.
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