Londres. - Estados Unidos y Europa se están distanciando debido a la creciente "influencia religiosa" en la política norteamericana frente a una visión europea más "secular", asegura al Financial Times el alto representante para Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana. El cargo es uno de los más influyentes en la estructura de la UE.
Según el alto funcionario europeo, pese a los valores comunes de ambas sociedades se está produciendo una "brecha cultural". Solana señala que bajo la presidencia de George W. Bush, el unilateralismo de la política exterior norteamericana es impulsado por la religión, en referencia al peso de la derecha cristiana en el Partido Republicano del presidente.
"Es una política del todo o nada. A los europeos nos es difícil asumir esto porque pensamos de una manera secular. Nosotros no vemos el mundo en estos términos de blanco y negro", señala
Solana es un dirigente del Partido Socialista Obrero Español que anteriormente fue secretario general de la Otan durante el crítico período de la guerra en Kosovo, en 1999.
El mal contra el bien
Como ejemplo de la fuerte influencia de la religión en la política norteamericana, Solana hace referencia al lenguaje utilizado por la administración Bush desde los atentados del 11 de septiembre, con expresiones como "con nosotros o contra nosotros", "Estados delincuentes", "eje del mal" o el categórico "bien o mal".
El gobierno de Bush considera los atentados del 11 de septiembre como un acto bélico y una expresión del mal, mientras que los europeos lo ven como el síntoma más extremo y reprensible de una disfunción política en países con sistemas que han fracasado como Afganistán, explica Solana.
En referencia a otros problemas globales, el funcionario europeo declara: "Simplemente hacemos un análisis político muy diferente sobre cómo tratar con Yasser Arafat o con Irán, donde tratamos de lograr un compromiso más que el aislamiento". Pese a todo, Solana se manifiesta esperanzado. "No desespero. Algunos de nosotros estamos profundamente en desacuerdo con Bush. Pero esto podría hacer que la Unión Europea se convierta en un actor más importante en el mundo. Tenemos la obligación de hacerlo". (DPA)