El proceso de venta de las empresas energéticas de Perez Companc a Petrobras se convirtió en el primer escollo de la relación entre el gobierno argentino y la administración de Lula en Brasil. El vocero del presidente Eduardo Duhalde, Luis Verdi, aseguró ayer que el Ejecutivo tratará de negociar con le país vecino una marcha atrás de esa operación, en el segmento de gas y energía eléctrica. En cambio no presentará cuestionamientos por la venta de las áreas de exploración y explotación petroleras. Verdi explicó que "las transferencias que se pactaron entre las dos empresas incluyen áreas de exploración y explotación de petróleo y además una transportadora de gas, una central hidroeléctrica, y una planta generadora térmica". Al respecto, subrayó que "con las áreas de explotación de petróleo no habría inconvenientes", pero afirmó que los técnicos de la Secretaría de Defensa de la Competencia "desaconsejan la venta en el área energética". En ese sentido, Verdi indicó que "hay cuestiones de competencia entre ambos países", y puntualizó que "si se admiten estas transferencias, podría haber problemas de abastecimiento de energía a empresas nacionales que son competidoras de las brasileñas". El presidente manifestó el martes sus "dudas" por la venta del 58,62 por ciento de Perez Companc a Petrobras, operación realizada en setiembre último y aún no autorizada por Defensa de la Competencia, y se espera que este tema ocupe buena parte de la agenda en el diálogo que el jefe de Estado mantendrá con su par brasileño Lula da Silva, la próxima semana.
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