Año CXXXVI
 Nº 49.717
Rosario,
jueves  09 de
enero de 2003
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Rige la nueva ley de nacionalidad en la Madre Patria
Los hijos de españolas pueden desde hoy tramitar la ciudadanía
El consulado en Rosario dará cien turnos diarios. Unos 300.000 argentinos podrían demandar la documentación

Buenas noticias para los hijos de españolas mayores de 18 años: a partir de hoy rige la nueva ley para obtener la ciudadanía de ese país. De este modo quedó reglamentada la flamante norma que permitirá a hijos y nietos de españolas adoptar esa nacionalidad que hasta ayer sólo podía hacerse por vía paterna. El consulado de España en Rosario (Santa Fe al 700) confirmó que ya entró en vigencia la reforma del Código Civil y que hoy comenzará a atender al público desde las 8.30 a 11 horas. Las autoridades anunciaron que darán cien números por día, 20 en cada una de las ventanillas de atención al público, donde se entregarán formularios con los requisitos exigidos y cartillas explicativas de cómo encarar la tramitación.
Si bien la nueva norma le abre la puerta a miles de descendientes directos de españolas, menos suerte correrán los nietos ya que se les exigirá un año de residencia legal en la península para poder acceder a este beneficio.
No todas las gestiones serán iguales y dependerán de la situación actual de los progenitores e inclusive de los requisitos de cada una de las regiones de España. Pero se descuenta que la partida de nacimiento de la madre será uno de los documentos excluyentes para iniciar el trámite de la nueva ciudadanía.
Se calcula que al menos unos 320 mil argentinos demandarán la doble ciudadanía a partir de la modificación del artículo 20 del Código Civil español. Las autoridades de ese país estiman que habría más de 650 mil descendientes directos residentes fuera del territorio peninsular en condiciones de obtener la documentación, de los cuales la mitad serían argentinos, y el resto de distintos países latinoamericanos.
A partir de estas estimaciones el gobierno español decidió reforzar sus representaciones diplomáticas en Buenos Aires, donde se adquirió un edificio adicional, y también ampliar la capacidad de atención en los consulados de Rosario, Mendoza, Córdoba y Bahía Blanca.
La nueva norma beneficia ahora a todos los hijos de españolas sin límite de edad, que efectivamente hayan nacido allí y no que tengan la ciudadanía por adopción, sin límites de edad. En la reglamentación anterior sólo se podía solicitar hasta los 18 años.
La flamante ley también beneficia parcialmente a los nietos ya que sólo obtendrán los papeles legales luego de probar que residieron en la península durante un año legalmente.
La norma fue ampliamente debatida en las cámaras legislativas españolas hasta que se aprobó a fines de septiembre del año pasado. Ahora ya fue promulgada y se espera un alud de interesados para realizar los trámites.
Pese al receso estival el consulado español en Rosario atenderá la demanda aunque en el horario restringido de 8.30 a 11. En rigor, hoy se informará a los interesados cuáles y qué documentos necesitan para iniciar los trámites, una vez obtenidos se deberá volver y por ende solicitar otro número para hacer efectiva el inicio de la gestión.
Desde mediados de 2001 comenzó una ola migratoria de argentinos a caballo de la crisis económica y política. Si bien Europa y Estados Unidos fueron los destinos más deseados las barreras de las leyes migratorias hicieron que miles desestimaran la idea.
A fines de 2001 y principios de 2002 los consulados italianos y españoles de todo el país registraron una masiva concurrencia de interesados para gestionar la ciudadanía y conseguir el pasaporte de la Unión Europea.
A mediados de 2001 el canciller del consulado español en Rosario, Gerardo Hernández Llanes, comentó a La Capital que la ola migratoria tuvo un pico similar al que se dio en 1989 y 1990 cuando la hiperinflación produjo que miles de argentinos emprendieran el éxodo.
Las colas frente a los representaciones diplomáticas fueron una postal cotidiana durante muchos meses del año pasado. Fue tan así que los turnos para sacar la ciudadanía italiana se dieron con plazos de hasta cuatro y cinco años.



(Ilustración: Héctor Beas)
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