Año CXXXVI
 Nº 49.716
Rosario,
miércoles  08 de
enero de 2003
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Un argentino muere al ser expulsado de Francia

Ricardo Barrientos, un argentino de 52 años, objeto de una orden de expulsión del territorio francés, murió el pasado 30 de diciembre víctima de un paro cardíaco en el aeropuerto parisino de Roissy-Charles de Gaulle, cuando se encontraba a bordo de un avión con destino a Buenos Aires, informaron ayer fuentes judiciales.
Según las fuentes, la autopsia efectuada por el instituto forense de París determinó que la muerte de Barrientos fue natural. Su deceso se produjo tras un paro cardíaco y los forenses no hallaron rastros sospechosos en el cadáver que puedan hacer pensar en otra causa de la muerte.
Según se precisó, la noche del 30 de diciembre, Barrientos, escoltado por dos agentes de la Policía Francesa de Fronteras (PAF), subió a un avión de Air France con destino a Buenos Aires. Salía de la cárcel, donde cumplía una pena por un delito sexual y las autoridades le habían prohibido temporalmente su presencia en el territorio francés, explicó la Dirección General de la Policía Nacional.
"No estaba contento con tener que irse. Ya estaba muy agitado en el coche que lo llevó al aeropuerto. Estaba maniatado como medida de seguridad", precisó la policía. En el avión, "volvió a agitarse y luego se tranquilizó. Se adoptaron las técnicas normales para controlarlo. En un momento dado, un agente de la PAF se dio cuenta que se estaba mareando", agregó la misma fuente.
Alertado por los agentes, el piloto preguntó si había un médico entre los pasajeros y pidió que se evacuara al enfermo. Un pasajero constató que Barrientos había fallecido en la escalerilla de salida.
Los socorristas llegaron momentos después y no lograron reanimarlo, precisó una fuente, que indicó que no se habían hallado rastros de violencia en el cadáver.
Por su parte, la organización SOS Discriminación Internacional responsabilizó a las autoridades migratorias francesas por la muerte de Barrientos. El titular de la entidad, Víctor Ramos, sostuvo que "la prensa francesa considera dudosa la muerte del argentino, quien mostró claros signos de estar sufriendo un ataque al corazón y en ese estado fue esposado con las manos a la espalda", dijo Ramos. (AFP)


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