Desvinculan a 25 policías por dos de los homicidios en los saqueos

Son de Drogas Peligrosas y el Comando. Estaban imputados por las muertes de Juan Delgado y Rubén Pereyra

Ocho efectivos de Drogas Peligrosas y 17 del Comando Radioeléctrico quedaron a un paso del sobreseimiento en la causa que investiga dos de las siete muertes violentas ocurridas durante los saqueos y la represión policial del 19 y 20 de diciembre de 2001. El mismo juez que los había imputado de homicidio les dictó la falta de mérito para mantener la acusación porque al cabo de un año de investigación no halló indicios concretos que los involucraran.
El juez de Instrucción Osvaldo Barbero dictó la medida a favor de los policías los últimos días de diciembre pero la mantuvo en reserva porque los efectivos todavía no fueron notificados. Sin embargo, una fuente tribunalicia confirmó que las resoluciones están firmadas y quedarán firmes los primeros días del mes próximo.
Los policías de Drogas Peligrosas estaban imputados por el homicidio de Alejandro Rubén Pereyra, mientras que a los del Comando Radioeléctrico se los puso bajo sospecha por el crimen de Juan Alberto Delgado. Al primero lo mataron en el barrio La Granada y al segundo en Pasco y Necochea, en el marco de enfrentamientos entre manifestantes que producían saqueos o exigían comida y la policía.
"Por más que se investigó, en todo este tiempo no apareció ningún indicio que permitiera individualizar a los presuntos autores de estos asesinatos, y menos aún establecer si estaban entre los imputados", dijo a La Capital una fuente consultada.
-¿En base a qué indicios estaban imputados los policías?
-La única razón de la sospecha es que todos ellos salieron a patrullar las calles con una escopeta de la fuerza y estaban cerca de donde murieron las víctimas.
-¿La falta de mérito los desvincula definitivamente?
-No, es un paso previo. Si surge algún indicio nuevo antes de que dicte el sobreseimiento, entonces el juez podrá seguir investigando y eventualmente modificar la situación procesal de alguno de los imputados, siempre y cuando correspondiera.
Según los informantes, en la resolución de Barbero hay un párrafo donde se destacan los esfuerzos de los organismos defensores de los Derechos Humanos para aportar pruebas e individualizar a los autores. Sin embargo, al igual que su propia investigación, tampoco arrojó resultados.
En el caso de Pereyra hay un dato que favorece incluso la presunción de inocencia de los policías de Drogas Peligrosas. Es que según un testigo directo de su muerte, un muchacho que incluso lo ayudó cuando ya estaba herido tras recibir el disparo que lo mató, la víctima corría desde donde estaban los uniformados hacia el barrio Las Flores. "Si el disparo hubiese sido efectuado por los policías, tendría que haber impactado en la espalda de Pereyra y ocurrió todo lo contrario", reveló una de las fuentes. El juez interpretó entonces que el tiro fatal tuvo que partir de un arma disparada por un grupo de civiles, que en ese momento se enfrentaban con los policías.
Sobre el crimen de Delgado, en cambio, habría más certezas sobre la participación de la policía, aunque las pesquisas no lograron hasta ahora que nadie identifique a un sujeto uniformado y armado con una escopeta, de la comisaría 4ª o el Comando Radioeléctrico, que lo habría rematado mientras estaba herido en el suelo. "Es lo que siempre persiguió la investigación y no se consiguió: identificar a los autores materiales y no imputar a todos los policías que patrullaban las calles", comentaron los voceros judiciales.
Entre el 19 y el 20 de diciembre de 2001 hubo siete víctimas fatales. Salvo en el caso de Pereyra, se presume que todas las otras murieron a causa de la represión. La investigación por el crimen del militante social Claudio Lepratti es la que está más avanzada, con la acusación formal contra el agente del Comando Radioeléctrico de Arroyo Seco Esteban Ernesto Velázquez. Sobre los otros prácticamente ya no quedan ni sospechosos, aunque en algunos casos jamás ni siquiera los hubo.