Varios responsables políticos y ostricultores del suroeste de Francia denunciaron ayer los medios "insuficientes" de los que disponen para limpiar las playas afectadas por la marea negra del Prestige, mientras los fuertes vientos del sureste les dieron un respiro al alejar momentáneamente el petróleo de la costa. La recogida de las capas de fuel que llegaron la semana pasada a las playas del suroeste de Francia empezó en el departamento de Las Landas, pero todavía no se inició en el vecino departamento de Gironde, salvo algunas intervenciones de empleados municipales. "Queremos brazos, queremos militares", declaró, François Deluga, alcalde socialista (oposición) de Teich, un municipio de la laguna de Arcachon, una de las mayores regiones productoras de ostras de Europa. Según él, "se necesitan 500 militares para limpiar la laguna y 1.000 más para las playas oceánicas". La ministra francesa de Ecología, Roselyne Bachelot, que visitó la región ayer fue insultada por un ostricultor que le reprochó la escasa eficencia del Estado ante la llegada de la marea negra provocada por el petróleo derramado por el petrolero liberiano Prestige al hundirse en noviembre frente a las costas gallegas (noroeste de España). Una decena de ostricultores enfadados empezaron a recoger ellos mismos el derrame en la playa de Cap-Ferret, tal como lo habían hecho en diciembre los mariscadores gallegos ante la falta de medios proporcionados por el Estado. "Tenemos que intervenir nosotros mismos porque nuestros políticos son incapaces de hacer avanzar las cosas", explicó un pescador. El socialista Alain Rousset pidió el envío de "1.500 a 2.000 militares lo más pronto posible para que no se acumulen las manchas en la costa". Pero, por el momento, las autoridades francesas enviaron entre 300 y 400 soldados a la región, según el estado mayor de crisis para el suroeste del país. La falta de material también es evidente. El departamento de Gironde sólo dispone de una maquina para limpiar las playas. (AFP)
| |