Los exclusivos cotos (lodges) de pesca santacruceños resultan inaccesibles para los amantes locales de la pesca deportiva continental, como se denomina a la que se realiza en aguas dulces: con tarifas que trepan hasta los 650 dólares por día, disfrutar de estos lugares "es sólo para los gringos", se quejan.
La protesta es por la imposibilidad de pescar en grandes extensiones de los ríos y lagos, y mucho menos aún en los cotos privados habilitados en algunas estancias sureñas cuyas tierras lindan con aguas donde habitan los salmónidos, especialmente las codiciadas truchas marrones y arco iris.
Es que si bien "las aguas son públicas, están rodeadas de tierras privadas, y no podemos pedirle a los estancieros que levanten todos los alambrados", justifica el asesor del área, Mario Rodríguez.
En Santa Cruz "hay actualmente registrados tres mil pescadores deportivos, y el permiso por temporada es de 20 pesos", explicó el funcionario, suma que está muy lejos de la que pagan otros -más afortunados- por sólo un día, pero en un lodge.
Entre los visitantes famosos que tuvo la zona en las últimas temporadas, se cuentan los actores Silvester Stallone y Brad Pitt, el ex presidente George Bush (padre), astronautas de la agencia aeroespacial Nasa, quienes pudieron darse el lujo de unas jornadas en los selectos lodges de pesca del sur santacruceño, relataron algunos baqueanos.
Se trata de espacios especialmente habilitados en estancias que destinaron parte de sus instalaciones a recibir a pescadores de todo el mundo a quienes, junto con la posibilidad deportiva, brindan alojamiento en cascos reciclados como pequeñas hosterías, comidas típicas y otros servicios.
Rodríguez indicó que en la Dirección de Pesca Deportiva "hay registrados cuatro establecimientos de estas características", todos contiguos a las márgenes del río Gallegos que, junto con el Santa Cruz y el Grande, en Tierra del Fuego, son los principales del mundo para la pesca de la trucha marrón.
Se trata de Truchaike, a 30 kilómetros de la capital provincial, sobre el estuario del río; aguas arriba le siguen Las Buitreras, a 65 kilómetros, será habilitado esta temporada; Sara Braum, una fusión de las estancias Sofía y Bella Vista, a 100 kilómetros, y Rincón de los morros, a 190 kilómetros de Río Gallegos.
"Todo lo que podemos hacer es exigir que el visitante tenga su carnet para pescar. Si las estancias pagan impuestos por los ingresos que obtienen por estas actividades, ya no es asunto nuestro", expuso Rodríguez.
Muy buenas ganancias
Pero la cuestión no parece ser menor: según estimaron algunos pobladores, que suelen actuar como guías o choferes de los pescadores extranjeros, "la facturación de un lodge de primer nivel en una buena temporada puede alcanzar a medio millón de dólares".
Sin embargo, no es éste el tema que enoja a los deportistas locales. Los caminos de servidumbre (sendas que habilita el Estado para garantizar la circulación por el territorio nacional) están muchas veces con las tranqueras cerradas, aunque la situación no se modifica.