Año CXXXVI
 Nº 49.711
Rosario,
viernes  03 de
enero de 2003
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"Se pueden clonar los cuerpos pero no las personas"

El científico Mario Crocco, director del Instituto de Investigaciones Neurobiológicas del Hospital Borda, aseguró que más allá de las objeciones éticas y biológicas, la clonación de un bebé anunciada por la secta de los raelianos implica el riesgo de imponer a escala mundial una concepción antropológica errónea pero funcional a los intereses de la globalización.
El debate recién se ha iniciado: superadas las primeras reacciones tras el anuncio de Clonaid, una compañía que trabaja al servicio de la secta raeliana, confirmando el éxito de la primera experiencia de clonación humana, la mayoría de los científicos y filósofos se han desplazado desde el escepticismo inicial hasta la preocupación que generan los hipotéticos usos que tendría la consumación de esta experiencia.
En sintonía con ellos, Crocco no cuestiona tanto la veracidad del experimento como la concepción que lo sustenta. "Desde el punto de vista técnico, creo que existe esa beba a la que llamaron Eva. No dudo de que hayan podido clonar el cuerpo de una persona, pero lo que sí objeto es que hayan podido clonar su mente, su existencialidad".
"Los responsables de esta clonación confunden contenidos mentales con existencialidad: ellos creen realmente que se puede clonar la mente, mientras que los científicos sabemos que eso es imposible porque la mente no está determinada por lo mismo que está determinado un cuerpo", señaló Crocco.
Para el titular del Instituto de Investigaciones Neurobiológicas del Hospital Borda de Buenos Aires, la clonación en sí no es repudiable moralmente, pero sí el hecho de que "van a utilizar este experimento para crear personas bien idiotas, funcionales a determinados sistemas de poder".
"Los raelianos quieren simular ante la humanidad que pudieron clonar una persona y por lo tanto han logrado la inmortalidad. Cada persona tiene una subjetividad radical, pero ellos no creen en eso: el principal presupuesto de ese pensamiento holístico consiste en decir que no sólo los cuerpos son intercambiables sino que la psiquis también es miscible o intercambiable".
"Hoy sabemos perfectamente que el cuerpo establece los contenidos mentales pero no determina aquello que hace que una persona aparezca en determinado cuerpo y no en otro", destacó, al tiempo que indicó que el cerebro "no determina quién lo va a sentir ni quién lo va a usar. La determinación que hace a una persona quien es no es la misma que desarrolla sus facultades mentales", acotó.
El investigador detecta en el ideario de los raelianos el impacto de la cultura angloamericana, que bajo la influencia del platonismo inglés, el puritanismo y el calvinismo "confunde contenidos mentales con mente y disemina la idea de que los humanos somos una suerte de robots".
"Desafortunadamente, este tipo de cultura está imponiéndose en todo el mundo por obra de la globalización, un proceso que a su vez necesita que la gente responda como robot".
"Si la memoria está alojada en el cerebro como sostiene Eric Kandel (premio Nobel de medicina en 2000), los recuerdos de las personas no se podrían recobrar más porque no son datos. Sin embargo, acá por la estructura del hospital Borda, hemos atendido a muchas personas que se recuperan de amnesias, incluso que vuelven de estados de coma que se han prolongado por más de veinte años", precisó.
Según el científico, "los raelianos creen haber generado una persona y a partir de esta tontería pretenden encima buscar la inmortalidad. En realidad, está viva la hermana de esta chica Eva -de quien sacaron su célula- y está viva la propia Eva, pero son dos personas distintas". (Télam)


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