Caracas. - En Venezuela, profundamente polarizada por un paro que ya lleva 27 días, las divisiones políticas afectan incluso a los niños: ayer, la oposición organizó una enorme fiesta al aire libre, con un pato Donald danzante, juegos de básquetbol y consignas contra el presidente Hugo Chávez. Varios niños estaban vestidos con ropa de los colores de la bandera venezolana y algunos usaban vinchas que decían Chávez "vete ya". "Es a la vez un evento político y una fiesta de niños. Yo vine a las dos", dijo Sivestre Lacalle, un piloto aéreo de 39 años.
Simpatizantes del presidente, conocidos como "chavistas", organizaron un evento similar para los pequeños hace algunos días. Lacalle se río sobre la posibilidad de haber ido allí con su hija de tres años, Amaya. "No vamos a sus fiestas, ellos no vienen a las nuestras. Así es la realidad en Venezuela hoy", indicó, mientras Amaya observaba con asombro a un mimo caminando sobre zancos.
Lacalle culpó a Chávez por las profundas divisiones sociales y políticas en el país. "Su política es de dividir el país poniendo los ricos contra los pobres para continuar con su revolución social, que ya falló", agregó.
Desde el comienzo del paro el 2 de diciembre pasado, los opositores de Chávez salieron casi todos los días a las calles con cacerolas en mano y haciendo sonar sus cornetas para demandar la renuncia del presidente. "Desde el inicio de la huelga estuve manifestando casi todo los días. Tenía que dejar mis tres hijos con la abuela", indicó Gedremona Alvarez. "Hoy decidí divertirme con ellos", añadió
Los vendedores aprovechan
Los vendedores también aprovecharon la soleada jornada, intentando hacer negocios con la parafernalia de productos para los manifestantes: banderas venezolanas, camisas con los colores nacionales y una gran variedad de artículos anti Chávez. Uno de los artículos con mayor demanda es un disco compacto con canciones que ridiculizan al presidente venezolano. En la tapa hay una foto de Chávez con cuernos de diablo y colmillos de vampiro.
Otro de los favoritos es un prendedor que dice "Soy un escuálido por Venezuela", en referencia a una declaración de Chávez de que los manifestantes son sólo una minoría. Incluso las cometas y los globos en venta exhiben los colores venezolanos, que ambos bloques adoptaron como un símbolo de su batalla.
En los últimos días, ambas partes lamentaron que los niños de este país latinoamericano no pudieran disfrutar su Navidad, culpándose mutuamente por arruinar la temporada de festejos. "Los niños han tenido muy pocas actividades de alegría este año", dijo Yolanda Pita, de 50 años, madre de cinco niños. Pero no impidió que un Papa Noel se hiciera presente hace pocos días en Caracas para asistir a una fiesta chavista. El anciano de vestido rojo, sorprendió a los niños gritando: "jo, jo, jo, viva Chávez!". (AFP)