Año CXXXVI
 Nº 49.708
Rosario,
domingo  29 de
diciembre de 2002
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Entrevista. El titular de la Casa Gris, molesto con el intendente rosarino
Reutemann dijo que Binner estaba informado del "diciembre negro"
Recordó que el socialista formaba parte en Rosario del comité de crisis junto al ministro Domínguez

La pregunta de La Capital obró como disparador de algo que flotaba en el ambiente: el malestar de Carlos Reutemann con Hermes Binner. "¿El manchón negro de su gestión fueron las muertes que ocurrieron en Rosario en diciembre pasado?". El gobernador suspiró y comenzó a ensayar su respuesta. "Siempre se habla de eso... Nosotros tratamos, en lo posible de mantener el orden en la provincia. No nos hubiese gustado que aconteciera lo que sucedió en Rosario en el 89. La imagen de los saqueos sigue sobrevolando el inconsciente colectivo, pero quiero dejar en claro algo: jamás hubo una orden mía de responderle con balas de plomo a la gente que reclamaba alimentos. Y el que dice eso está totalmente equivocado".
El que sugirió "eso" fue el intendente rosarino, quien, la semana pasada en Firmat, aseguró: "Hace pocos días recordamos los muertos de diciembre del 2001, un hecho doloroso, y más aún cuando hubo impunidad. Por eso deben esclarecerse en el menor tiempo posible estos crímenes", reseñó. Además, Binner dijo que no se "trataba de personas que iban armadas, porque no era una guerra de baja intensidad, sino de gente que quería comer en la provincia que produce alimentos".
A Reutemann esas declaraciones le cayeron como una patada en el hígado. "Quiero ser muy preciso en esto: en Rosario se creó la Comisión Complementaria de Seguridad de la provincia, de la que participaban el ministro de Gobierno, Lorenzo Domínguez, Binner, Gendarmería Nacional, Prefectura y las policías Federal y provincial. Y el comité de crisis no nació de la nada: surgió por medio de una ley de la Legislatura santafesina que adhería a la norma nacional 24.059 de seguridad interior", narró el titular de la Casa Gris.
"Ellos tenían la responsabilidad de seguir los acontecimientos en Rosario y, que yo sepa, nadie está más informado que el intendente sobre lo que sucede con su territorio y con su gente. ¿A quién se le puede ocurrir la locura de acusarme de haber ordenado usar balas de plomo", continuó Reutemann, con evidentes signos de bronca, recordando la creación del comité de crisis (añadiendo la participación de Cáritas, propietarios de supermercados y otras organizaciones intermedias).
"Evidentemente (las declaraciones de Binner) forman parte del quiebre que se produjo tras la decisión del PJ de modificar la ley de lemas. Ahí la oposición se la agarró conmigo. No entiendo por qué dice que yo tengo la obligación moral de que se esclarezcan los hechos... ¿Acaso no sabe que soy el principal interesado en que la Justicia actúe hasta las últimas consecuencias? No hay que mezclar las cosas".
Más allá de las acusaciones del jefe del Palacio de los Leones por la tragedia de diciembre de 2001, Reutemann (aunque no lo diga públicamente) cree que el intendente está detrás de las pintadas que aparecieron en las paredes de las ciudades de Santa Fe y Rosario: "Ley de lemas=fraude=Lole" y considera que con esta actitud el intendente está rompiendo un código de convivencia.
"Binner es incapaz de reconocer que los días 19 y 20 de diciembre pasados contuvimos el conflicto y evitamos que Rosario vuelva a ser la capital del saqueo. Alguna vez tendría que ponerse a pensar en Carlos Ruckauf y compararlo con el Lole", soltó un informante que trajina los pasillos de la Gobernación.
En cercanías del Palacio provincial guardan lo que para ellos es información trascendente sobre la "ausencia del intendente en reuniones convocadas por el ministro de Gobierno, Carlos Carranza. Así es fácil gobernar, total, después le echa las culpas al Ejecutivo".
Fuera del frente de tormenta con el rosarino, Reutemann prefiere no opinar sobre su futuro político. No desmiente ni ratifica que vaya a ser candidato a senador nacional, una aspiración partidaria para que traccione votos a los sublemas que presentará el justicialismo.
Como nunca, el Lole recibe todos los días a dirigentes justicialistas del interior de la provincia y bosqueja en su intimidad el menú de opciones que cree conveniente para neutralizar las chances de la oposición. Miguel Paulón, Oscar Lamberto, Angel Baltuzzi, Julio Gutiérrez y Jorge Obeid son algunos de los nombres que aparecen en el run run santafesino, aunque también Héctor Cavallero sabe que contar con la bendición del gran elector es la primera condición que debe tener un candidato para poder aspirar a conducir los destinos de la provincia.
Aunque parezca increíble, en el teléfono celular de Reutemann todavía se amontonan llamados de los operadores de Eduardo Duhalde para que acepte ser postulante presidencial: el único "sí" se lo dio al programa de Mario Pergolini. El Lole parece divertirse con las repercusiones de esa nota. "Si no me río, soy parco y esas cosas que dicen; y si hago una broma, a ustedes, los periodistas, les agarran ataques de envidia".
M.M.



Lole dijo quer Binner también tiene responsabilidad por la crisis. (Foto: Roberto Paroni)
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