cartas

Charly García y la solidaridad

Una noticia por estos días colmó mi capacidad de asombro. El señor Charly García hizo público un pedido de ayuda de un millón de pesos alegando deudas de carácter personal. Reforzó su insólito pedido destacando que podría irse del país. Hasta podríamos admitir que es una actitud más de la intemperancia que engrosa el estado de incertidumbre en que hoy se debate nuestra sociedad. Pero ello no me inhibe esgrimir algunas reflexiones. Me enseñaron que la ética y la dignidad conforman una de las tantas virtudes acuñadas a la conducta del hombre. ¿Por qué Charly no pide para los niños de Tucumán, Chaco y Formosa que no pueden "darse el lujo" de tener deudas, pero sí el de morirse por desnutrición? ¿Por qué Charly no pidió por los que llegan al ocaso de sus vidas con magras jubilaciones? Además, ¿a quién le importa que se vaya del país? Lo que sí debe preocuparnos es la incesante fuga de cerebros a quienes se los aisla para sostener un pueblo mediocre y complaciente. Tomemos conciencia de que la mediocridad no sacará al país de su estado de postración, y que todas esas insensateces ocultan a la juventud la difícil realidad de su futuro.
Olga Ponce