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El pago a los jefes de hogar

Quienes pasan frente al Club Provincial los días de pago de subsidios pueden observar que aparte de la larga cola que se forma en la vereda existen innumerables personas que parados o apoyados en sus bicicletas esperan aparentemente la salida de los familiares que han ido a cobrar, en las cercanías de la puerta por donde entran y salen los beneficiarios. Dado que esto es interpretado por los policías provinciales de custodia como una inseguridad desde el punto de vista delictivo, no han tenido mejor idea que poner un vallado metálico a lo largo de la vereda, ocupando incluso la zona de estacionamiento de la calzada para que la gente que espera no se acerque a las puertas de acceso. A consecuencia de esto, la gente espera sobre la calle, convertida por las vallas en un estrecho sendero de una mano; o sobre el cantero central de bulevar 27 de Febrero y las veredas opuestas, sobre las que también despliegan sus cosas vendedores ambulantes, impidiendo la salida normal de las casas a los vecinos. Me pregunto si las autoridades están esperando que alguna persona sea atropellada por un vehículo, que suelen circular a 60 Km/hora. La Dirección de Tránsito brilla por su ausencia en ese sector. Estas inseguridades podrían fácilmente evitarse si quienes organizan el pago de los subsidios acordaran el uso de otras instalaciones más aptas, con suficiente lugar para que los acompañantes esperen. La Municipalidad de Rosario dispone de otros sitios más adecuados como el Centro de Expresiones Contemporáneas.
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