Año CXXXVI
 Nº 49.708
Rosario,
domingo  29 de
diciembre de 2002
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Osados paracaidistas usan las Petronas para lanzarse al vacío
El edificio más alto del mundo, en Kuala Lumpur, impone un reto a los deportistas

Malasia inauguró ayer su concurso de paracaídas en las Torres Petronas, el edificio más alto del mundo, a pesar de dos accidentes que empañaron la competencia del año pasado. Una cifra récord de 70 personas de 16 países se encuentra en Kuala Lumpur, la capital del país, para probar el salto llamado base (con paracaídas desde un objeto fijo en vez de un avión), una actividad realizada clandestinamente en la mayoría de los países por razones legales.
Los curiosos tuvieron que estirar bien el cuello para ver a los saltadores lanzarse casi desde la cima del edificio de 88 pisos y 452 metros de altura, la Torre 2, en caída libre durante cuatro a seis segundos, y luego dirigirse hacia un blanco de 7,6 metros de diámetro en el césped, cerca de un lago.
"Este es el edificio más alto y el objeto más desafiante del mundo", dijo Jim Surber, de Kansas City, en Estados Unidos, quien dice ser veterano de decenas de este tipo de saltos.
"Cada salto es totalmente nuevo, y siempre da miedo. Todos nos ponemos nerviosos por un salto", dijo después de una sesión de práctica. "Pero una vez que uno lo hace, se siente mejor".
"He saltado desde acantilados y puentes en Estados Unidos pero este es el mejor objeto hecho por el hombre y dentro del grupo tenemos algunos de los mejores saltadores base del mundo", afirmó.
Base son las siglas en inglés de la palabras edificio, antena trayecto y tierra.
El año pasado, un saltador holandés se fracturó una pierna al golpearse con las Torres Petronas, y cayó sobre el techo de un centro comercial después que su paracaídas se torció al abrirlo. Otro saltador se golpeó con las paredes de la torres pero logró aterrizar sin problemas.
El ganador del año pasado, Johnny Winklekotter, de 33 años y residente en Salt Lake City, Estados Unidos, con un récord personal de 6.000 saltos, defenderá su título este año.
Uno de los momentos más llamativos del concurso, que dura una semana, es un salto de exhibición con 10 personas, en la medianoche del 31 de diciembre, para saludar la llegada del Año Nuevo.
Los saltadores, de Europa, Norteamérica, Australia y Japón, tienen que firmar documentos para proteger a Petronas en caso de que ellos sufran accidentes. (Reuters)



Jim Surber se apreta a aterrizar luego del salto.
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