Laura Vilche / La Capital
De plaza a Complejo Educativo y Cultural. Así puede sintetizarse la larga historia que antecedió a la inauguración del Complejo Parque de España, hace ya diez años. Es que todo empezó en los 70 y como un sueño. Cuando un grupo de integrantes de la comunidad española propuso hacer una plaza en Rosario, en homenaje al 5º Centenario del Descubrimiento de América. Y todo terminó también como un sueño, en noviembre del 92, tras la participación de dos reyes y su hija, el prestigioso arquitecto catalán Obiol Bohigas, cantantes tan diversos como Julio Iglesias, Las Trillizas de Oro y Alfredo Krauss; y un grupo de apasionados hijos de españoles residentes en la ciudad que no descansó hasta ver la obra terminada (ver aparte).
Así nació el complejo y el Centro Cultural Parque de España, un lugar por donde pasan 50 mil personas al año para ver todo tipo de expresión artística local, nacional e internacional y, que se caracteriza por su "calidad y pasión", al decir de su directora Susana Dezorzi. Aquí su balance de la última década y lo que se viene.
-Hay quienes creen que este es un centro cultural comparable con los de Buenos Aires.
-Parece un centro de una gran capital europea, y hay que tener en cuenta que está en Rosario, una ciudad con un altísimo índice de desocupación.
-Más lejos de los halagos también están quienes dicen que lo que se muestra acá es "raro".
-Y es cierto. Esto tiene que ver con la política cultural del centro que apunta siempre a mostrar lo nuevo, las tensiones, lo que se está haciendo en el campo del arte, de lo social y del pensamiento.
-¿Qué rasgo rescataría del público que frecuentó el centro cultural en estos diez años?
-Que se apropiaron paulatinamente del lugar.
-¿Qué obras fueron un orgullo para usted haber recibido en esta década?
-El primer orgullo es el de tener un edificio proyectado por el arquitecto Oriol Bohigas. Algunos dicen que es la última gran obra monumental de Rosario. Luego recuerdo a la compañía británica Volcano con su obra "Love". "Folie", del Centro Coreográfico de Nantes, dirigida por Claude Brumachon. El año pasado trajimos la compañía "Axe" del teatro ruso de ingeniería y la muestra de accesorios de moda inglesa "Satélites". También la exhibición de tesoros artísticos del reino de Navarra, con obras originales de los siglos IX al XVIII, entre otras tantas.
-¿Y qué artistas que pasaron por acá dejaron huella?
-Tantos...Sheron Wray (coreógrafa, bailarina y directora de la compañía inglesa Jazz X Change inglesa); el grabador Otto Dix, el fotógrafo Raoul Haussmann y el plástico Georg Baselitz, todos alemanes. El catedrático Valeriano Bozal, el filósofo Francisco Jarauta, el artista multimedia Antonio Muntadas, el plástico Francisco Ruiz de Infante, el escritor Arturo Pérez-Reverte y la crítica de arte Estrella de Diego, todos españoles. Y como olvidar que aquí se exhibieron las fotos de Lewis Carrol, el autor de Alicia en el País de las Maravillas. Que mostraron su arte los argentinos Marta Minujín y Oscar Bonni y los rosarinos de proyección internacional: Daniel García y Graciela Sacco.
-¿Qué se viene en el 2003?
-Traeremos fotos del alemán Sigmar Polke; la galería de Palermo Viejo, Sonoridad Amarilla, realizará en febrero una muestra con plásticos argentinos que sumarán su obra a los del Instituto de la Juventud de Madrid. Y editaremos una publicación.
-O sea que a pesar de los malos tiempos el arte seguirá en pie.
-Claro que sí. Nuestro presupuesto este año fue de 120 mil pesos, menos de la mitad de otros años. Pero aún así seguimos y seguiremos. Porque tenemos claro que las imágenes de la desnutrición marcan la urgencia de un verdadero problema, pero nos equivocamos si comparamos eso tan terrible con el arte. No son cosas comparables. Este centro es un lugar que genera pasión y la idea es seguirla transmitiendo, ahora más que nunca.
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