La caída de 3,6 puntos en el desempleo anunciada ayer por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) para la medición de octubre, respecto de la de mayo de este año, generó un fuerte debate entre varios economistas, quienes en la mayoría de los casos consideraron que se debe únicamente a los planes sociales, aunque en otros apuntaron a una incipiente recuperación de la actividad.
Para el economista de la CTA (Central de Trabajadores Argentinos), Claudio Lozano, la evolución de las cifras de empleo en la Argentina "no se puede presentar como un triunfo", porque "lo único que hay es el efecto del salto de 300 mil a cerca de dos millones de planes Jefas y Jefes de Familia, que tienen un efecto concreto en la reducción del desempleo, pero por esa misma razón hacen subir el subempleo en una suma equivalente".
"Hay un efecto de reducción de la indigencia pero no se alteran, por los magros ingresos involucrados en el plan, los números de la pobreza", apuntó Lozano.
Según el economista, "esto no está vinculado a reactivación alguna del proceso económico, aunque sí se ha frenado el proceso de destrucción de empleo", y el gobierno "debería hacer un balance de la salida devaluacionista de la convertibilidad, que destruyó el mercado interno".
Una pequeña reactivación
Para el economista Marcelo Lascano, en cambio, "el plan Jefas y Jefes gravita, pero hay una pequeña reactivación, que se refleja por ejemplo en la cantidad de pedidos de servicios técnicos que se le hacen las empresas al Inti (Instituto Nacional de Tecnología Industrial), algo que no muchos notaron".
"Puede estar combinada (la baja) con gente que dejó de buscar trabajo, pero hay una reactivación, y eso es un dato positivo", agregó Lascano.
El analista, integrante del Plan Fénix, sostuvo que "fue un disparate la forma en la que se salió de la caja de conversión, y los números actuales no son otra cosa que el resultado de haber tenido una política importadora durante diez años".
Crecimiento no es más trabajo
Oscar Liberman, director de la Fundación Mercado, opinó por su parte que "el ciclo económico desde el punto de vista laboral no está teniendo una reactivación, porque además la exportación no es trabajo-intensiva, y su repunte no se vio en el empleo".
Liberman coincidió con Lozano en que la merma en la desocupación se debió a que "metieron dos millones de planes dentro de la ocupación, y si no se hubiera hecho eso el número estaría todavía en el orden del 21 por ciento".
"Pasa que sin hacer nada se sigue empeorando la pobreza e indigencia, porque el esquema fiscal regresivo se mantiene, y se acentúa la brecha entre ricos y pobres", indicó el economista.
El economista remarcó que los datos "no son para nada para festejar, sino una buena y mala noticia a la vez, que indican que por lo menos no se dejó desprotegida a la gente, pero que reactivación no hay".