Versátil por nueva y sólida por avezada, nació la 910 RA Experta. Una cosechadora destinada al pequeño y mediano productor, concebida a partir de la reingeniería de un clásico de los surcos, la Vassalli serie 900.
Ocupa un lugar inexplorado en el mercado, tiene una capacidad de 20 hectáreas promedio de soja en jornadas de 10 horas y puede operar en terrenos difíciles.
Su producción generó una nueva fuente de trabajó en el mercado local y además articuló un proyecto del que participan, como proveedores, decenas de talleres locales. La idea arrancó en la Municipalidad de Firmat, cuando la Secretaría de Promoción utilizó el crédito fiscal de dos empresas locales para capacitar e indagar sobre nuevas formas de afianzar el perfil metalmecánico de esta ciudad.
Un enlace con la Universidad Nacional de San Martín y el asesoramiento del Inta configuraron el proyecto que motivó a Oscar Pruscino para apostar a la industria nacional y radicar en esta ciudad la empresa Reingeniería Agraria, cuna de la Experta.
Se trata de una cosechadora destinada a productores de hasta 600 hectáreas, a consorcios que sumen esa superficie, a grandes productores que tenga áreas con suelos anegables, o a contratistas que deseen completar su equipo para dar servicios puntuales. La máquina se asienta sobre diseños originales Vassalli, e incorpora la experiencia de los usuarios a lo largo de 25 años de trabajo, a través de un proceso de reingeniería que potenció las bondades de origen y sumó electrónica y automatismo, entre otras innovaciones.
La máquina pude amortizarse con una cosecha de 600 hectáreas de soja de buen rinde. Aspira a seducir a los hombres de campo con el mejoramiento de la distribución de la granza, reducción de pérdidas y plataforma con mandos hidráulicos. "Nuestra empresa pretende cubrir, a través de un producto netamente nacional, una franja del mercado que estaba desprovista", explicaron los gestores de Experta. En su versión básica la cosechadora cuesta unos 120 mil pesos y con equipo completo llega a 150 mil, un 50 % menos que una cosechadora de 1.250 milímetros de cilindro.
Para el productor Nicolás Marinuci, la máquina está muy bien diseñada y hay varios cambios buenos que espera ver en función. Además, calificó como muy buena idea el hecho de haberla pensado para pequeños productores, ya que dichas unidades productivas son la característica de esta zona. "La situación mejoró, con un precio relativo que nos beneficia, no tenemos certezas de qué pasará el año que viene, ojalá que esto se estabilice para poder producir con confianza", argumentó.
La empresa Vassalli Fabril, que produce las cosechadoras Don Roque, calificó a la iniciativa de Reingeniería Agraria como ingeniosa y compleja, ya que la idea y las decisiones se tomaron en momentos de profunda crisis de nuestra economía.
Exigida a campo
La máquina que el sábado apareció reluciente en el predio de Reingeniería Agraria deberá superar durísimas pruebas a campo en trigos del sur y quedará para hacer reemplazos y para ser exhibidas en las exposiciones. Las unidades que se fabricarán para comercializar tendrán plazo de entrega de 60 días.
El titular de Reingeniería Agraria, Oscar Pruscino, un industrial que emigró de Buenos Aires porque "se había convertido en una ciudad tomada por empresas extranjeras", anunció que en abril se abrirá un taller para reparaciones integrales de las cosechadoras 900 y 1.200 Vassalli.