El Ministerio de Economía se quedó con 170 millones de pesos de los recursos destinados a obras públicas y a la solución de los problemas de inundaciones, a pesar de las disidencias de la entidad que coordina la administración de los fondos fiduciarios destinados a tales fines y de las protestas de las entidades ruralistas. En efecto, el ministro Roberto Lavagna se amparó en una disposición estipulada en el presupuesto 2002 (que seguiría vigente en el ejercicio 2003) para hacerse de 70 millones del fondo hídrico y 100 millones del Fondo Vial, que fueron a parar a rentas generales y tendrán otros fines. De ese modo, acaparó una cifra igual a casi dos meses de lo que se recauda por medio de la tasa de combustibles.
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