Javier Felcaro / La Capital
Tras una sucesión de enfrentamientos internos, el Partido Socialista (PS) oficializó ayer el final de su endeble sociedad con Alternativa por una República de Iguales (ARI). Pero el anuncio tuvo un plus: cansados de la imposibilidad de acceder a la toma de decisiones, los líderes de la recientemente unificada fuerza política resolvieron ir a las elecciones de abril próximo con candidatos propios, quitándole su apoyo a la postulación de la diputada nacional Elisa Carrió. La ruptura generó un hecho inevitable: que todos miren hacia Hermes Binner.
Los principales dirigentes socialistas blanquearon la decisión durante una conferencia de prensa que se realizó en la Capital Federal. "Nos separamos. Cancelamos la candidatura de Carrió. Vamos con fórmula propia", enfatizó el secretario general del PS, el diputado Alfredo Bravo.
Ahora el socialismo definirá su binomio en el congreso nacional extraordinario fijado para el 11 de enero. Si bien Bravo no descartó su propia candidatura, la atención se centró en el intendente de Rosario.
Según pudo saber La Capital, por el momento hay dos nombres sobre la mesa: Bravo y Binner. "Es un buen mix. Está la lucha histórica por los derechos humanos y la trayectoria de la decencia, pero también la gestión y el interior", graficó una fuente calificada.
Pero en la Capital Federal posicionaron a Binner en el primer lugar de la fórmula, tal vez entonados por el sondeo de Rosendo Fraga que ubicó al rosarino entre los políticos con mayor imagen positiva. El consultor comparó al socialista con Carlos Reutemann, al sostener que no quieren anotarse en la grilla presidencial porque creen que no están dadas las condiciones para asegurar la gobernabilidad.
Sin embargo, el propio intendente -entre risas- le dijo anoche a este diario que todavía "no hay nada sobre postulaciones". Paralelamente, otra fuente aclaró: "Lo nuestro en Santa Fe es fundamental. Tenemos que analizar varias cosas". Y jugó con que Binner "también puede ser candidato a gobernador o a intendente", más allá de sus constantes nones.
Por unanimidad, los socialistas aprobaron la ruptura con el ARI el lunes por la noche, durante un encuentro del comité ejecutivo. La idea fue tomando cuerpo el miércoles pasado en una reunión de la mesa chica. Bravo, otrora férreo defensor del vínculo con Lilita, marcó el final.
Los cortocircuitos afloraron desde el comienzo de la sociedad. A los reclamos del PS de una coalición superadora del objetivo electoral se sumó el desaire de Carrió a un proyecto para despenalizar el aborto presentado por Giustiniani.
Ayer, los socialistas se limitaron a comunicar su decisión a los aristas que integraron la denominada mesa de enlace, que poco y nada pudo hacer para sanar la inocultable fractura. Después, Carrió rompió el silencio y dijo que tomó bien el alejamiento del PS (ver aparte).
Consultado por La Capital, el diputado Rubén Giustiniani, segunda autoridad partidaria, sostuvo que "se trata de la culminación de un proceso" y lamentó la "imposibilidad de construir una coalición".
Tras afirmar que el PS continuará pidiendo "la unidad en el campo popular", Giustiniani subrayó que "ahora transitaremos un nuevo camino, porque tenemos muchas mujeres y hombres, a lo largo y ancho del país, que perfectamente pueden representar esta alternativa".
Binner, por su parte, fue contundente: "Entramos en un terreno difícil de avanzar, y ser simples partícipes de un contrato de adhesión realmente no nos interesa".
"Hay que conformar una gran fuerza nacional", instó Binner. Y enumeró como posible aliados al jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra (Frente Grande), al sector celeste de la UCR santafesina y al Partido Intransigente (PI). También le abrió la puerta a la CTA, al recordar que participó del congreso que esa central gremial realizó el fin de semana pasado en Mar del Plata.
Bravo acusó a los dirigentes del ARI de no entender sus reclamos ni dialogar, además de "hacer de la conducción una cosa unilateral". Por eso recalcó que su partido "no puede ser sometido al iluminismo de nadie".
Sobre las posibilidades de triunfar en las urnas luego de su separación de Carrió, el diputado aclaró que "no nos resta chances ni nos aumenta". Por las dudas, hizo alusión a las fallidas experiencias con el Frepaso y la Alianza: "Pasamos dos fracasos muy fuertes que nos marcaron definitivamente".
El secretario de Gobierno municipal, Antonio Bonfatti, admitió a este diario estar al tanto del eventual binomio Bravo-Binner, aunque advirtió que todavía no es tiempo de definiciones. "Tenemos que evaluar si es una fórmula única del PS, porque nuestra intención es conformar un movimiento donde converjan fuerzas sociales, económicas y políticas", precisó.
En esa línea, Bonfatti aportó más indicios: "Está la CTA y el Grupo Fénix, que tiene una propuesta económica concreta. También el Diálogo Argentino, sectores dentro de otros partidos predispuestos a conversar y formar espacios políticos y las nuevas organizaciones sociales".
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