Para Náutico Sportivo Avellaneda fue un camino difícil de transitar, pero al que pudo sortear con lo justo, sin sobrarle nada y, como era de esperar, con una alta cuota de sufrimiento. Lo importante es que el ansiado paso a la final del torneo local de fútbol de salón llegó a buen puerto. Así dejó en el camino a un peso pesado como Universidad Nacional de Rosario, al que venció por 8 a 7 (en el partido de ida también había ganado por 6 a 5) y ahora se medirá con Provincial, vencedor de Echesortu (ver aparte). Para Náutico marcaron Serrano, en tres oportunidades, Bixoto 2, Caffaratti, Battistoni y Balaguer, mientras que para UNR anotaron Lerín 2, Galacho 2, Suárez, Armas y Magnano.
Y las claves de la victoria quedaron bien marcadas. A saber: 1) un arranque arrollador, 2) la estupenda actuación de Leonardo Serrano, especialmente en los primeros 10 minutos de partido, y 3) la conversión en los momentos justos, impidiendo que UNR lo alcanzará en el marcador -eso sólo paso cuando restaban apenas dos minutos para el final-, lo que le permitió sobrellevar la situación sin tantos nervios.
Pero está claro que estos puntos no impidieron que el resultado permaneciera abierto hasta casi el cierre del partido, porque si los universitarios hubiesen estado más derechos a la hora de definir otra pudo haber sido la historia.
La noche pintaba demasiado tranquila para Náutico, porque con un juego lujoso y a la vez efectivo se pudo ir al descanso con un 5 a 2 a su favor. Aunque todo cambió en la última mitad. La imagen de ese equipo agresivo fue suplantada por una versión mucho más especulativa.
Así, Universidad fue el equipo que manejó más y mejor la pelota y, lógicamente, el que hizo el mayor gasto, pero falló en el tiro del final. Y aunque el tanto de Lerín para poner el 7 a 7 (ganando UNR avanzaba a la final por haber terminado como mejor clasificado en la fase regular) hizo pensar que aún era posible, la arremetida de Bixoto en el último minuto no hizo más que sentenciar la despedida de Universidad del torneo y adelantar la alegría del club de la costa.
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La Ciudad
