La primera avanzada de los enviados del Fondo Monetario Internacional (FMI) llegó ayer al país para retomar formalmente las negociaciones en torno a un paquete de asistencia financiera. Si bien el presidente Eduardo Duhalde le bajó el tono al asegurar que se trata de una misión técnica, consideró que la Argentina está lista para firmar un acuerdo cuando las autoridades del organismo multilateral lo decidan.
Aunque el gobierno quiere mantener el perfil bajo, algunos signos de la movida del FMI dejan cierto lugar para el optimismo. El cambio de los negociadores es uno de ellos, como así también la renovada presión del Banco Mundial (BM) y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para evitar las consecuencias del default.
El primer mandatario aclaró en declaraciones radiales que no está dispuesto a seguir empleando las reservas para cancelar los vencimientos con los organismos multilaterales de crédito y señaló que la Argentina seguirá buscando un acuerdo con el FMI "con este o con el próximo gobierno".
La que llega "es una misión técnica que no tiene otro objetivo que venir a analizar los aspectos técnicos que hemos logrado", aclaró Duhalde, con lo que buscó bajarle el tono a las expectativas que se generaron en torno de la llegada de la misión del organismo. Pese a ello, el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof consideró que la llegada de los técnicos del Fondo Monetario "es una muestra de voluntad del FMI para avanzar en el entendimiento que estamos buscando".
Para el jefe de Gabinete "es un paso más en el empeño del gobierno para alcanzar un entendimiento final, para llegar a un acuerdo definitivo en el menor plazo posible".
Ayer por la mañana arribó al país el economista Alberto Ramos, que ya participó de otras delegaciones enviadas por la entidad multilateral.
Ramos llegó a Ezeiza junto con el representante argentino ante el organismo, Guillermo Zocalli, marcando el comienzo de la primera misión del FMI luego de que el ministro Roberto Lavagna visitara Washington a mediados de noviembre.
Por su parte, el número uno de la delegación, el subjefe del Departamento Hemisferio Occidental del FMI, John Dodsworth, arribó en horas de la tarde y mantuvo un encuentro con el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen.
El presidente Duhalde relativizó el tenor de la misión, pero aseguró que las autoridades del Fondo "en cualquier momento podrían llamar por teléfono y decir: están cumplidos los fundamentos del acuerdo y firmaríamos".
"Argentina va a seguir tratando de arreglar hasta que arregle. Será este mes, el que viene o con el próximo gobierno, lo que es impensable es que un país quede afuera de la comunidad de naciones en forma permanente", señaló Duhalde.
Sin embargo, el primer mandatario aclaró: "Debemos ingresar sin poner en riesgo la estabilidad económica que ha logrado el país y sabiendo que Argentina va a tener que hacer frente a sus compromisos".
El presidente volvió a condicionar así el acuerdo con el Fondo y reiteró que no cancelará con reservas los vencimientos con los organismos multilaterales de crédito. Dejar sin reservas al próximo presidente "no sería riesgoso sino calamitoso para el país", señaló, y estimó que Argentina debe "postergar los pagos, de la misma manera que vamos a hablar ahora con los acreedores de bonos en el mundo, porque necesitamos que nos hagan una rebaja muy importante".
"El país no puede pagar cualquier cifra"
"Argentina no puede pagar cualquier cifra porque es una engaña pichanga, después a los dos meses no se paga y volvemos a las andadas", explicó Duhalde.
El jefe de Estado estimó que la Argentina debe "llegar a acuerdos que sean absolutamente factibles de cumplir y no conspiren contra un país que tiene que desarrollarse y producir cada día más". En la misma línea, Atanasof sostuvo que el incumplimiento a que hemos llegado (al ingresar al full default con el Banco Mundial) "no ha sido buscado por la Argentina" y acotó que se llegó a esa instancia "por no haber logrado un acuerdo con el FMI y una reprogramación para los vencimientos con el Banco Mundial".
"En más de una oportunidad expresamos que queremos honrar nuestros compromisos y que no nos gusta dejar de cumplir, y lo lógico es trabajar para concretar el acuerdo y lo demás vendrá por añadidura", comentó Atanasof.