Año CXXXVI
 Nº 49.696
Rosario,
martes  17 de
diciembre de 2002
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Raid Puerto Iguazú-Olivos: Guerrero de la ecología
Eduardo Guerrero arribó ayer a Rosario en una de las etapas de su travesía

Rodolfo Parody / La Capital

El reflejo del sol en las aguas del Paraná distorsionaba la imagen del remero, que se recortaba sobre el bote que recorría los últimos metros antes de llegar al pontón del club Regatas Rosario. Su figura se trastocaba, según los caprichos de la nostalgia, desde aquel joven Eduardo Guerrero, que conseguía la última medalla de oro olímpica para Argentina a éste de 74 años que emprendió el pasado 26 de octubre desde Puerto Iguazú un raid y museo itinerante para difundir la protección del medio ambiente y el espíritu olímpico, y que culminará próximamente en Olivos. "Vengo tocando una campana de alerta", dijo el ex olímpico acerca del objetivo de este desafío.
El nombre de Guerrero quedó marcado a fuego en el olimpismo argentino. Junto a Tranquilo Capozzo en doble par ganó en los Juegos Olímpicos de Helsinki de 1952 la presea dorada que hasta la actualidad ningún deportista argentino pudo repetir. En esa ocasión el entrenador fue el mítico Mario Robert, que durante décadas condujo a los remeros del club Regatas, precisamente la institución a donde ayer llegó Eduardo, y en la que permanecerá hasta el jueves, día que seguirá descendiendo por el Paraná.
La idea de esta travesía nació en una conversación con amigos, en una parrilla de Puerto de Olivos. "Recordábamos el agua limpia y clara de ese lugar al que concurría mucha gente y las carreras de natación que se organizaban. Todo eso se perdió con el tiempo por la contaminación, como se perdió el Riachuelo y el río Reconquista. Fue producto del abandono, la desidia, el desinterés de los funcionarios que no le dan valor al agua. En Europa es impresionante la escasez de agua que hay y nosotros que tenemos un caudal increíble no lo estamos cuidando", reflexionó Guerrero.
La preocupación del remero no quedó en eso y decidió crear un museo itinerante, exhibiendo videos de ecología y también del deporte, como historia olímpica argentina y educación deportiva. "El museo hace rato que lo vengo exhibiendo. Fue declarado de interés por la Municipalidad de Vicente López, la Liga Naval Argentina, el Senado de la provincia de Buenos Aires y el Comité Olímpico Argentino, entre otros", indicó.
Y el mayor emprendimiento fue este raid de casi 2000 kilómetros, que cuenta con el apoyo de la Secretaría de Turismo y Deporte de la Nación y de la Prefectura Naval Argentina, y que debió ser postergado varias veces por las contingencias climáticas adversas. La travesía se inició en Puerto Iguazú y tuvo varias detenciones, donde Guerrero exhibía los videos, sobre todo a los más jóvenes.
"Vengo tocando una campana de alerta de que hay que ponerse las pilas ya que lo más importante es mantener el agua limpia para vivir mejor. Incluso también para que se incremente el turismo, porque la mejor oferta turística del mundo la tiene la Argentina. Desde Cataratas del Iguazú hasta el Glaciar Perito Moreno, San Martín de los Andes, Bariloche, el Valle de Río Negro, los esteros del Iberá. Hay lugares que se mantienen en su estado natural, cosa que no es fácil de ver en el mundo, y los tenemos que cuidar", comentó.
Guerrero soporta estoico en su travesía los temporales, el calor agobiante, el dolor de estar sentado varias horas en el bote y una boya indiscreta que se interpuso en el camino en su paso por Diamante, y que le ocasionó un fuerte golpe, aunque no sufrió lesiones.
Nada lo vence, ni siquiera el paso de los años. Y tampoco permite que alguien le sugiera si no es una empresa demasiada complicada por su edad. Cuando lo consultaron al respecto, respondió con ironía: "Me estoy apurando porque el año que viene cumplo 75 y voy a ser un viejo".
La detención de ayer en Rosario lo acercó a sus recuerdos. "Mi vida está ligada al club Regatas. Antes venía seguido a correr. Acá estaba Mario Robert, un tipo macanudo que me entrenó para los Juegos Olímpicos de Helsinki, y que con el correr de los años nos hicimos amigos. Y acá estaba la figura consular del remo argentino, Alberto Demiddi, que no sólo fue el mejor remero del país sino uno de los deportistas más trascendentes de toda la historia argentina", rememoró.
Guerrero todavía no tiene definido cuándo llegará a Puerto de Olivos, lo que dependerá sobre todo del clima. "Hacemos lo que podemos", comentó. En realidad, lo que hizo y sigue haciendo es mucho más de lo que puede. Es un auténtico Guerrero.



Guerrero, el último medallista de oro olímpico argentino. (Foto: Gustavo de los Ríos)
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