Balazo mortal contra un vendedor de caballos

Tres hombres le reclamaron un arma. Irrumpieron en su casa de Nuevo Alberdi y lo mataron ante su esposa

Un hombre de 58 años fue asesinado de un balazo en el pecho que disparó uno de los integrantes de un trío que llegó a su casa, en el extremo noroeste de la ciudad, con la presunta intención de reclamarle una escopeta.
Todo ocurrió poco después de las 21 del domingo en la chacra que Eduardo Barrios tiene en Bouchard al 3800, una zona rural donde hay varios hornos de ladrillos y algunas viviendas precarias de quienes allí trabajan.
Según fuentes policiales, Barrios estaba cenando con su esposa cuando de repente la pareja fue sorprendida por un llamado a la puerta. "Golpearon las manos y entonces el hombre salió de la casa para ver quien era. En ese momento se encontró con tres muchachos armados que actuaron rápidamente", dijo el vocero.
"Mientras dos de los visitantes ingresaron a la vivienda de Barrios y redujeron a su esposa, el otro hombre se quedó en el frente con el dueño de casa y presuntamente le reclamó la devolución o la entrega de una escopeta que la víctima tenía", reportó una fuente policial que investiga el caso.
En esas circunstancias la mujer escuchó un disparo de arma de fuego y los delincuentes que la mantenían reducida huyeron con su cómplice a la carrera. En la puerta, Barrios quedó tirado en el piso y malherido. "La mujer llamó a la policía y el hombre fue derivado al Policlínico Eva Perón de Granadero Baigorria, donde llegó muerto".
La tarde de ayer, efectivos de la subcomisaría 2ª y la Brigada de Homicidios realizaron distintos procedimientos en busca de los homicidas pero no obtuvieron resultados positivos. Como así tampoco había una pista muy clara. "Según lo denunciado por la mujer, los tipos le reclamaron a su marido la entrega de una escopeta. No sabemos si fue intento de robo o hay algo más que lleve a pensar en un ajuste de cuentas", comentaron desde la seccional de Nuevo Alberdi.
El lugar donde ocurrió el episodio es "una zona rural, con hornos de ladrillos, muy pocas viviendas y nada de luz. Es tierra de nadie", dijo el vocero policial que caracterizó a Barrios como "un hombre trabajador que se ganaba algunos pesos comprando y vendiendo caballos comunes, de esos que tienen los cirujas para tirar sus carros, y criaba algunos chanchos".