Oscar Lehrer / La Capital
Verdaderamente ejemplificadora fue la sanción que les aplicó el tribunal disciplinario de la Asociación Rosarina de Básquetbol a los clubes Talleres RPB y Ciclón a raíz de los graves incidentes que protagonizaron sus simpatizantes en ocasión de enfrentarse el domingo pasado por una de las semifinales de la Copa 150º aniversario Rosario Ciudad. El solo hecho de haberlos marginado a ambos de la competencia, motivo por el cual Los Rosarinos Estudiantil se quedó con el titulo de campeón, habla a las claras de la honestidad y limpieza de procedimientos por parte del ente disciplinario, porque en el momento de aplicar la pena no les interesó pensar ni tener en cuenta que los dos clubes cuentan con integrantes en el consejo directivo de la Rosarina. Esta es la pena más grave que se aplicó en los últimos años en el básquetbol de la ciudad y debe servir como ejemplo para el futuro. De acuerdo a esta sanción, quedó demostrado que los dirigentes se pusieron los pantalones largos y terminaron con ciertos favoritismos, como muchas veces ocurrió. Bien por el tribunal disciplinario y que esto que duele, y mucho, sirva para que de ahora en más se terminen los incidentes, que se venían produciendo en las distintas categorías, donde el único perjudicado era el básquetbol. Lógicamente que a Estudiantil, que ganó su primer título en primera división, le hubiera gustado obtenerlo en la cancha. Así el triunfo hubiese tenido otro sabor. Pero las cosas se dieron así y de esta forma hay que aceptarlas. Todo sea por el bien de la actividad.
| |