Caracas. - Miles de opositores tomaron nuevamente las calles de Caracas ayer para emprender una nueva demostración de poder callejero y pedir una vez más la renuncia del presidente al grito "fuera Chávez". Esta demostración de fuerza contra Hugo Chávez, que se estimó en un millón de personas, fue convocada cuando la huelga indeterminada que paralizó la vital industria petrolera transitó el 13º día y en momentos en que crece la presión internacional sobre el mandatario. El gobierno volvió a rechazar un adelanto de comicios. "Tomamos el pedido de Estados Unidos como una recomendación de amigo", comentó ayer el canciller venezolano Roy Chaderton, antes de advertir que la iniciativa no está prevista.
Determinada a realizar "el acto más contundente en la historia del continente", la oposición venezolana exhibió ayer el músculo de lo que será la "Gran Toma de Caracas" (marcha que aún no tiene fecha), para que Chávez abandone el poder o adelante las elecciones. Las marchas fueron convocadas en Caracas por la opositora Coordinadora Democrática (CD) -que descartó marchar al palacio presidencial (centro)- y terminaron en el enclave opositor del barrio de Altamira (este), donde hace ocho días el ataque de francotiradores dejó cinco muertos y 28 heridos.
Con gritos de "fuera Chávez" y "Ni un paso atrás" los opositores elevaron banderas venezolanas amarillo, azul y rojo, bajo inmensas pancartas con la leyenda de "elecciones ya". El río humano avanzó a paso firme con banderas, pancartas y cacerolas hasta una tarima colocada en un piso de la autopista, donde se podía leer en letras gigantes un corto mensaje: "Vete ya".
Algunos dirigentes señalaron que era imposible cuantificar la participación, pero otros estimaron que más de un millón y medio de personas se hicieron presentes en una convocatoria que se hizo en apenas 24 horas. La marcha fue convocada el viernes por la alianza opositora Coordinadora Democrática, dentro de los actos de protesta para mantener vivo el ánimo en la huelga general contra Chávez.
El líder obrero y presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Carlos Ortega, dijo a la multitud que Chávez le hizo un daño terrible al país, pero que el pueblo está unido para exigirle que abandone la presidencia en las "próximas horas o días". "Chávez intentó dividir al pueblo con un sentimiento de odio que es ajeno de los venezolanos. Engañaste a este pueblo noble que está hundido en la mayor miseria y te convertiste en el mayor corrupto que parió la patria", expresó entre una explosión de aplausos.
Por su parte, el diputado opositor Andrés Velásquez dijo que un millón y medio de personas "rodearon" con la marcha a un presidente que se aferra al poder. "Señor Chávez está rodeado. Este millón y medio de personas le pide elecciones y un golpista no pide elecciones. Esto ratifica la lucha pacífica del pueblo. No es como dice Chávez que somos golpistas, que somos un grupito. Presidente oiga al pueblo", señaló. El dirigente agregó que si existiera un premio Nobel de la paz para los pueblos, el venezolano "se lo ganaría por su forma pacífica, cívica y democrática de manifestar".
Gaitazo bolivariano
En la batalla por la calles, el gobierno convocó al palacio presidencial de Miraflores a un "Gaitazo bolivariano", una tradicional fiesta con grupos al ritmo de gaitas, a base de tambores, que los venezolanos bailan en las fiestas de fin de año.
Para desactivar la huelga petrolera Chávez está dispuesto a que Venezuela -quinto país exportador de petróleo- importe crudo, y a contratar técnicos extranjeros para relanzar la estratégica industria que aporta al país 80% de sus divisas. El jefe de Estado se atrincheró en la Constitución y dijo que no renunciará a su cargo y rechazó un pedido de elecciones anticipadas que Estados Unidos pidió el viernes como salida a la crisis política.
"Anticipar las elecciones no está previsto en la Constitución", replicó el mandatario en entrevista con la cadena CNN.
La oposición aseguró el viernes que el país sólo cuenta con combustible para dos días en su mercado interno, mientras el gobierno dice que retoma el control con el despliegue del ejército, sin decartar el auxilio externo. (AFP, DPA y Reuters)
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