Rosario dio el alerta de lo que se venía. Pero una semana más tarde, el 19 y 20 de diciembre, los saqueos se concretaron con dramatismo a lo largo de la ciudad y el país. Allí, las autoridades municipales y provinciales tuvieron que salir a apagar el incendio entregando comida a los sectores más carenciados. En el año transcurrido desde entonces, la provincia aumentó un 500 por ciento la ayuda alimentaria, mientras que la Municipalidad septuplicó la asistencia a comedores. Y el mapa de la contención social ya no es el mismo. Las huertas familiares y comunitarias se multiplicaron en los terrenos antes baldíos de los barrios periféricos, mientras que los 8.530 beneficiarios de planes sociales que había en diciembre del año pasado hoy se convirtieron en 61 mil. Un 615 por ciento más.
La secretaria de Promoción Comunitaria provincial, Adriana Cavuto, aseguró que "la ayuda en comida aumentó un 500 por ciento". Y aunque no se animó a decir que eso es suficiente, aclaró: "No estamos mal porque nunca hubo semejante asistencia social".
La provincia apostó fuerte a aumentar la ayuda a través de la entrega de cajas de alimentos, que contienen leche en polvo, harina de trigo, yerba, arroz, aceite y puré de tomates. Se mantuvieron las 29.900 raciones de comida para comedores comunitarios, aunque sí se reforzó el envío de víveres a esas instituciones. Eso sin tener en cuenta las 138.388 copas de leche y las 55.776 raciones de comida que brinda el Ministerio de Educación santafesino en los comedores escolares del área de Rosario y en lo que se invierte mensualmente más de 1.800.000 pesos.
A nivel municipal, en noviembre pasado el 40por ciento del presupuesto de la Secretaría de Promoción Social estaba destinado a la asistencia alimentaria. Hoy la cifra trepa al 60por ciento.
Si bien en este caso aumentó un 193 por ciento la cantidad de familias que reciben cajas de comida, la Municipalidad focalizó la ayuda en los comedores. Mientras que en noviembre del 2001 había subsidios para 13 instituciones, hoy la ayuda llega a 178 entidades. Otra apuesta fuerte fue la creación de huertas comunitarias, una herramienta casi desconocida el año pasado.
El titular de Promoción Social, Miguel Zamarini, consideró que la ayuda que se brinda hoy "no" alcanza, y advirtió: "Esto es subsistencia. Dignificar a las personas y garantizar sus derechos es otra historia".
Pero no sólo se multiplicó la asistencia alimentaria. Además, se sumaron los planes sociales que llegan desde la Nación y que representan actualmente 150 lecop por familia, que aunque no son suficientes, son necesarios. En noviembre del 2001 había en Santa Fe 27 mil beneficiarios recibiendo 2,7 millones de pesos. Diez meses después, los listados oficiales arrojan casi 190 mil personas subsidiadas que representan 28 millones de pesos. La suma es 10 veces mayor: un aumento del milpor ciento.
Por todo esto es que los funcionarios aseguran que el escenario actual es diferente al de diciembre pasado. "Los alimentos están en la calle y aunque no es todo lo deseado, el panorama no es igual", consideró la titular de Promoción Comunitaria.
Las organizaciones
Las autoridades también reconocen que fueron las organizaciones no gubernamentales (ONG) las que tuvieron un rol fundamental. Pero no sólo durante el diciembre caliente de 2001, sino en los últimos doce meses. "Las organizaciones comunitarias y barriales trabajaron codo a codo con nosotros. Son las que están cerca de la gente y tienen un rol fundamental en la red de contención social que se creó", aseguró Cavuto.
El secretario de Promoción Social municipal admitió: "A un año de distancia, veo la importancia que tienen las ONG para palear las crisis junto con el Estado. Y quizás me lamento por no haberlo visto antes. Hay que dejarse influenciar por las organizaciones para que eso llegue a las políticas del Estado".
Tal es así que la directora de Cáritas Rosario, Norma García, evaluó que "la ayuda se duplicó en los 50 comedores y en las parroquias donde se entrega comida".
"Cáritas España donó dinero a todo el país -continuó-. De eso, nos correspondieron más de 100 mil pesos y con 50 mil se compró comida. Y hubo otras donaciones de azúcar y de embutidos".
Lo cierto es que además de la asistencia que brinda el Estado, la ayuda de particulares y organizaciones en el último año ha sido inconmensurable.
Ambos funcionarios coincidieron en que los hechos de diciembre se produjeron por varios factores, pero sobre todo porque la Nación "no escuchó".
"En septiembre reclamamos a la Nación que asistiera con más fuerza porque el Programa de Ayuda Alimentaria se había suspendido", recordó Cavuto. Y Zamarini agregó: "Advertimos de la gravedad de la situación. La Municipalidad no podía evitar lo que pasó, pero el gobierno nacional sí".