No resulta tan sencillo llegar hasta la Costa Atlántica. Ya casi todo el mundo opta por el camino más caro, aunque más seguro: hacerlo por autopista y por Capital Federal. La otra opción es la tradicional ruta 41 que atraviesa parte de la provincia de Buenos Aires hasta la ruta 2. Pero los caminos bonaerenses sin peaje están en algunos tramos en muy mal estado y son un riesgo. En cuanto a las distancias, no hay mayores diferencias. Por eso hay que estudiar el mapa y el bolsillo, sin olvidar que las vacaciones empiezan cuando se sale de casa.
Según el Automóvil Club Argentino, el horario y el tránsito pesado son dos factores de congestión a tener en cuenta si se emprende un viaje, y más si se va por Capital Federal. Y en estos momentos, la presencia de piquetes es determinante al momento de decidir por un rumbo.
Sólo en concepto de peaje, llegar hasta Mar del Plata, todo por autopista, cuesta 17 pesos. Y hasta el partido de la Costa (San Bernardo, San Clemente, Santa Teresita), Pinamar o Villa Gesell, 21 pesos.
Claro que se trata del camino más seguro. Y hasta el más corto: 686 kilómetros. Hay que ir hasta la Capital por la autopista Aramburu, ingresar por la Panamericana, avenida Lugones hasta empalmar la Buenos Aires-La Plata. Para ello hay varias opciones: cruzar por Puerto Madero, la avenida 9 de Julio o la costanera. La Buenos Aires-La Plata empalma directamente con la ruta 2, a la altura de la rotonda Gutiérrez.
Se recomienda hacer este trayecto de día por una cuestión de seguridad y porque hay que prestar atención a los carteles indicadores. Para el que no está acostumbrado, las autopistas porteñas causan cierto impacto.
Lo ideal sería salir un sábado o domingo temprano desde Rosario para pasar por la Capital durante la mañana, y llegar al mar alrededor del mediodía. Evitar hacerlo un domingo a la tarde o en los horarios pico de la semana.
Hay otra opción más directa, pero que cuesta unos 8 pesos más y es desviarse de la autopista Aramburu (en Bancalari) por el Camino del Buen Ayre, seguir hasta el acceso Oeste, empalmar la autopista 25 de Mayo hasta desembocar en la Buenos Aires-La Plata.
Para llegar al partido de la Costa hay que desviarse de la 2 por Dolores hasta General Conesa y luego seguir hasta San Clemente del Tuyú donde se toma la ruta interbalnearia (11). Quien elija Pinamar, Ostende, Cariló o Villa Gesell debe seguir desde Conesa hasta General Madariaga (56) y doblar por la 74.
Asfaltos bonaerenses
La ruta que más conocen los rosarinos es la 41, que se toma en Baradero (por la Aramburu) y que va hasta Castelli donde se sigue por la 2 hasta Mar del Plata. Son 691 kilómetros hasta La Feliz, se debe abonar sólo 4 pesos por peaje y no hay riesgo de perderse. El problema es un tramo de 48 kilómetros (entre Baradero y San Antonio de Areco) que está muy poceado y con franjas ya casi de tierra.
Para evitar ese tramo, se puede ir hasta Pergamino y tomar la ruta 8, que está en muy buen estado, hasta San Antonio de Areco. Cuidado si se sale por Ovidio Lagos (ruta 18) ya que entre el límite interprovincial y la ciudad bonaerense (44 kilómetros) hay muchos pozos.
Existe otra alternativa y es la ruta 51, que se toma desde la autopista a Buenos Aires a la altura de Ramallo. Pasa por Arrecifes, Carmen de Areco, Chivilcoy y se puede seguir hasta las playas que están al sur de Mar del Plata, como Necochea y Claromecó. Pero al comienzo existe un tramo de unos 100 kilómetros casi intransitables.