Para asegurarse divisas, Duhalde firmó la paz con los petroleros

El gobierno ratificará por decreto la medida que obliga a las petroleras a liquidar sólo el 30% de las divisas que ingresan por las explotaciones del sector. La medida apunta formalmente a "garantizar la seguridad jurídica" pero en los hechos mantiene un acuerdo previo con las poderosas firmas para que no escamoteen dólares al gobierno, en momentos en que los necesita para enfrentar los efectos del nuevo default.
El secretario de Energía, Enrique Devoto, anunció ayer que Duhalde firmará un decreto para ratificar otro decreto que había sido firmado por el ex presidente Carlos Menem. Por esa norma, las empresas dejaban en el país el 30% de los dólares que recibían por las exportaciones.
Pero las relaciones entre los popes petroleros y el gobierno se tensaron hace dos meses cuando se conoció un dictamen de la Procuraduría del Tesoro nacional, indicando que la vigencia que exceptuaba a las petroleras de liquidar el 70% de sus exportaciones caducaba por efecto de la ley de emergencia económica.
Los empresarios del sector amenazaron entonces con una rebelión, alegando la falta de seguridad jurídica en el país. Finalmente, Devoto eligió el acto de celebración del Día de Petróleo para responder positivamente a esos reclamos.
En el encuentro habló el titular del Instituto Argentino del Petróleo y Gas (IAPG) Ernesto López Anadón, quien recordó que el segmento del petróleo y el gas "ha cobrado en la Argentina la suficiente relevancia para continuar siendo una de opciones más válidas para la inversión de empresas locales y extranjeras".
Pero para que efectivamente "esta inversión sea factible los gobiernos y los partidos políticos deben dar las señales adecuadas ya y comprometerse firmemente a respetarlas en el futuro", añadió.
López Anadón afirmó que "las petroleras asumieron su compromiso con los problemas del país, pero sólo la coyuntura internacional del mercado de crudo relativamente favorable, que no se puede aguardar que dure para siempre, les permite convivir con distorsiones de mercado como las altas retenciones a las exportaciones".
Criticó además los planes de promoción del GNC, y consideró que "estos no deberían desplazar artificialmente el consumo de otros combustibles sobre la base de un precio del gas no sostenible en el tiempo".
Explicó que eso perjudicará a las refinerías que se verán obligadas a exportar naftas a precios marginales.