Año CXXXVI
 Nº 49.691
Rosario,
sábado  14 de
diciembre de 2002
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Frente fiscal: la ofensiva de fin de año
El tratamiento del presupuesto puede traer sorpresas a los productores. Cambios en el IVA

El sector agropecuario transfirió este año al Estado 8.500 millones de pesos sólo por las retenciones y el Impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC), a lo que debe sumarse el impuesto al cheque y el tributo sobre las ganancias ficticias como consecuencia de no aplicar el ajuste por inflación.
Así los señalaron los especialistas tributarios Enrique Lingua y Stella Winkler durante las jornadas sobre "El nuevo escenario para el sector agropecuario" que se realizaron en la Bolsa de Comercio de Rosario, con a organización del diario "El Cronista Comercial".
Los especialistas coincidieron en señalar que la actividad agrocomercial, principal complejo exportador del país, se convirtió en el primer blanco de las estrategias de recaudación oficial. Una situación que no viene de ahora pero que se profundizó luego de la devaluación.
"Para el gobierno el cálculo es sencillo: el campo fue beneficiado por la devaluación, le va bien, entonces hay que gravarlo", señaló Lingua, quien consideró que "pareciera que hay una especie de rencor con el sector". El peligro, advierte, es que esta voracidad se transforme en pan para hoy y hambre para mañana, por la descapitalización que puede provocar en las empresas agropecuarias esta mayor presión.
Para Winkler, "la ausencia de una política fiscal estable es muy peligrosa porque destruye cualquier proyecto de inversión". Si los impuestos se cambian constantemente "de acuerdo a la necesidad de atender el déficit en cada momento", la consecuencia más lógica "es que decrece la actividad y luego el fisco tiene que crear más tributos para recaudar lo mismo".
En el caso concreto de la situación actual del sector agropecuario, el temor es que se frene la incipiente reactivación que experimentan las comunidades del interior merced a mejores precios internacionales y los efectos de la devaluación y pesificación.
Pero cuando todavía se está cosechando el trigo en muchas regiones del país y en pleno desarrollo de la campaña gruesa, el laboratorio fiscal sigue a full. Nuevos proyectos y alquimias tributarias se ciernen sobre el horizonte agropecuario. A saber:
La comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados acordó esta semana despachar favorablemente para su tratamiento en el recinto, la extensión por dos años más del impuesto al cheque (un tributo que pesa especialmente en la situación de acopiadores y corredores) y la modificación del Impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC), pasando de una suma fija a una alícuota porcentual, que le permita al gobierno capturar su parte en el aumento de los combustibles. El gasoil es un insumo básico en el sector.
En esa comisión los legisladores discutieron un paquete tributario que necesariamente debe acompañar la aprobación del presupuesto 2003, puesto que el ministro de Economía, Roberto Lavagna, pretende asegurarse ingresos por mil millones de pesos anuales para que le cierre el presupuesto.



El sector agropecuario tuvo que levantar "otra cosecha".
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