Bagdad/Nueva York. - Mientras siguen las inspecciones de armas de la ONU y en medio de un fuerte malestar por la entrega del informe iraquí sobre armas a EEUU, el presidente de Irak, Saddam Hussein, instó ayer a sus principales colaboradores militares a prepararse para la guerra. "El enemigo será vencido", dijo Saddam en declaraciones citadas por el canal satelital estatal iraquí. "La guerra es aborrecida porque implica sacrificios y sufrimientos, pero aquellos que tienen un argumento para defender deberían ser constantes y firmes frente a sus creencias", agregó. El presidente se reunió con sus ministros y principales comandantes militares con el objetivo de revisar "los pasos a seguir para aumentar" la capacidad militar del país ante un eventual y cada vez más seguro ataque estadounidense.
La cúpula iraquí criticó ayer duramente la decisión tomada en Naciones Unidas de entregar directamente a EEUU el informe sobre programas de armas que fue presentado el sábado pasado por Bagdad. Irak remarcó su temor de que Washington falsee los hechos para encontrar una excusa y atacar al país del golfo Pérsico. "El escepticismo con el que la administración de EEUU está encarando la declaración, prueba al mundo las intenciones de Washington y sus esfuerzos por preparar una agresión contra Irak", dijo el vicepresidente Taha Yassin Ramadan.
Por su parte, el jefe de inspectores de armas de la ONU, Hans Blix, se reunió ayer en Nueva York con el Consejo de Seguridad del organismo para exponer un primer balance sobre ese documento, de 12.000 páginas. El informe está siendo mientras tanto analizado por los expertos de la Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA) y de la ONU.
Según las primeras estimaciones, Irak admitió en el documento haber intentado durante años hacerse con un arsenal de armas de destrucción masiva, desde bombas radiactivas a gas nervioso y armas de artillería con las que se puede disparar material químico. Sin embargo, aseguró también haber destruido completamente todos estos materiales y sistemas armamentísticos. Sin embargo, de acuerdo con las primeras informaciones, no confirmadas oficialmente, en la mayoría de los casos se trata de programas ya conocidos por los expertos tras las inspecciones de los años 1991 y 1998.
Según las primeras estimaciones, Irak admitió en el documento haber intentado durante años hacerse con un arsenal de armas de destrucción masiva, desde bombas radiactivas a gas nervioso y armas de artillería con las que se puede disparar material químico. Sin embargo, aseguró también haber destruido completamente todos estos materiales y sistemas armamentísticos. Sin embargo, de acuerdo con las primeras informaciones, no confirmadas oficialmente, en la mayoría de los casos se trata de programas ya conocidos por los expertos tras las inspecciones de los años 1991 y 1998.
Siguen las inspecciones
Mientras tanto continúan realizándose las inspecciones. El portavoz de la ONU Hiro Ueki no quiso confirmar si el número de inspecciones aumentó por presión de EEUU. Durante la jornada, los expertos en armas visitaron cinco instalaciones sospechosas por primera vez en forma simultánea. Un grupo reducido de expertos de la Agencia Internacional de Energía Atómica (Aiea) volvió a supervisar, por cuarta vez desde la reanudación de las inspecciones el 27 de noviembre, el reactor nuclear de Al Tuwaitha, en las cercanías de la capital. Pero la labor de los expertos de la ONU no detuvo los casi diarios bombardeos estadounidense y británicos contra Irak desde la zona de exclusión aérea, que se repitieron ayer "en respuesta a las amenazas iraquíes", según dijo el Pentágono. (DPA)