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¿Mac Donald, Mac feliz?

El sábado 23 de noviembre pasado concurrí al mediodía con mi esposa e hijo de tres añitos recién cumplidos al local de Mac Donald del Shopping del Siglo. Mientras mi esposa fue a hacer la cola para comprar, nos quedamos con mi hijo en una mesa y él tomaba una gaseosa comprada en un kiosco luego de jugar en los jueguitos del segundo piso. Se acercó una empleada enviada por la encargada y dirigiéndose a nosotros nos dijo de mal modo que no podíamos permanecer en el local tomando una gaseosa comprada en otro lugar y menos de otra marca de la que ellos habitualmente venden. Sorprendido me levanté a increpar a la encargada quien corroboró los dichos de la empleada de pelo colorado, mientras mi hijo inocente y ajeno a esta "violencia verbal" seguía bebiendo su Seven Up. Me retiré y jamás volveré a ese local porque lo sucedido es una vergüenza, a un niño no se lo trata así. Seguramente esta señorita de pelo colorado que trabaja los sábados allí, nunca podrá ser maestra jardinera o lo que es peor, madre de un pequeño niño inocente. Necesitamos más amor y menos violencia, para hacer una sociedad más justa y solidaria. Gracias.
Jorge Pereyra Sahad