Carolina Taffoni / La Capital
"Si vendo discos mejor, porque ahora tengo un hijo y tengo que laburar", dice Dante Spinetta entre risas. Pero el ex Illya Kuryaki se tomó muy en serio el tema de la paternidad, que llegó casi al mismo tiempo que su disco debut como solista, "Elevado". Dante (así a secas, como se hace llamar ahora) asegura que su mujer (la bailarina María José Alvarez Franco) y su hijo (Brando de Dios, de tres meses) le "cambiaron la cabeza". En charla con La Capital, el cantante también reveló las causas de la separación de Illya Kuryaki, aseguró que los políticos le dan asco y criticó a cierta prensa rockera. -¿Por qué decidiste comenzar una carrera solista? -Con Kuryaki habíamos cumplido un ciclo. Un grupo es una especie de matrimonio, y uno deja cosas de lado porque está en un grupo. A eso se sumó la muerte de José Luis (Miceli), nuestro manager, y se había terminado el contrato con la discográfica. Entonces dijimos "hasta acá llegamos". Decidimos disolver la banda también por una cuestión de honestidad. Nosotros siempre fuimos amigos, más que nada, y no queríamos darle algo a la gente sin la misma garra, sin el mismo compromiso. Eso no nos parecía noble. -¿Te fuiste a vivir a México? -No, eso fue un rumor. Firmé contrato con Universal de México, porque fue la única compañía que me llamó al estudio para ver qué estaba haciendo. Yo estaba solo en ese momento, no tenía ningún contrato. Pelo Aprile escuchó parte del disco y me llamaron para firmar. Fue un proceso muy natural. Ahora estoy yendo y viniendo de México a la Argentina. -En una nota dijiste que la situación de la Argentina te daba "asco", ¿es para tanto? -Los que me dan asco son los políticos, cómo roban a mano armada, mientras hay pibes desnutridos. Eso me quema la cabeza. Me gustaría ser Donald Trump para arreglar todo, pero mi tarea es hacer música. El disco está hecho con muy buena energía, aunque me habían pasado cosas medio feas. El nombre "Elevado" se refiere a despegarse un poquito de la realidad y dejar que la mierda pase por abajo. Ojalá que al escuchar el disco la gente se olvide por un rato de todo. -¿Qué diferencia hay entre "Elevado" y los discos de Illya Kuryaki? -Con los últimos discos de Kuryaki hay cosas en común, como el funk y el hip hop. Líricamente dejé un poco de lado la deformidad y escribí sobre cosas más reales, como historias de amor y desamor o historias de la calle. Las letras no son tan voladas, porque quería sentir mucho lo que estaba cantando. Elegí cosas simples, no hay tanta metáfora. -¿Cómo está tu relación con Emanuel Horvilleur? -Bien, nos vemos, seguimos siendo amigos. A Ema lo extraño en la vida del día a día. Pero cuando me metí en el estudio solo estaba muy seguro de lo que quería hacer. -Hace poco en un concierto tu papá criticó a la prensa de rock, ¿coincidís con esa visión? -Hay parte de la prensa que está subida a un caballo, y eso es poco positivo. En una nota de Clarín a mí me armaron un perfil que es horrible, la nota fue muy dura. A mí no me importa si critican el disco, pero me molestó que se metan con mi personalidad, o que digan que soy un hombre de negocios en lugar de un músico. Hay medios que no respetan lo que uno dice y mandan cualquiera. Y esto no es un trabajo, es mi vida. -Al estar en una multinacional, ¿te sentís condicionado por el éxito comercial? -Si no vendo discos quizás me devuelvan el contrato. Pero eso no me preocupa tanto, siempre que pueda hacer la música que quiero. Si vendo mejor, porque ahora tengo un hijo y tengo que laburar (risas). Tener un hijo me cambió la vida, ahora me puse a trabajar en serio. -¿Cómo te cambió la paternidad? -En realidad la vida me cambió cuando la conocí a mi mujer, María. Cuando perdí a José Luis también me di cuenta de lo importante que era vivir intensamente. Yo ya había pelotudeado mucho. Las cosas más importantes de la vida son los amigos, la familia y la gente que querés. Después están la guita, los autos y todo ese boludeo. Tener un hijo te cambia la cabeza. Ya no te podés encerrar durante cuatro meses a componer, porque tenés que cuidarlo. Pero es la responsabilidad más linda.
| |