Los concejales se disponen hoy a elegir las nuevas autoridades que presidirán el cuerpo hasta diciembre del 2004, en medio de un clima de coqueteos y conversaciones de último momento, pero sobre todas las cosas de una profunda fragmentación política. La crisis de representatividad también impactó de lleno en el Concejo Municipal donde los acuerdos entre bloques podrían durar menos que un suspiro. Es más, algunos ediles amagan con abstenerse en votar a un candidato, ante la abulia generalizada. Hasta anoche, Luisa Donni corría con ventaja frente a sus competidores a ocupar la presidencia. Pablo Cribioli estaba a un paso de bajar su candidatura y el radical celeste Rafael Ielpi, resurgía.
Desde las 10, la sesión autoconvocada para renovar la presidencia del Concejo tendrá a los ediles sumergidos en tertulias, charlas de pasillo y negociaciones de último momento. Quien logre juntar 21 votos en el recinto de deliberaciones se alzará con el sillón de la presidencia.
Lo cierto es que -como nunca- la dispersión de voluntades y la falta de consenso (tanto en el oficialismo como en la oposición) marcarán a fuego la elección de los candidatos. Más aún si se tiene en cuenta que 8 de los 41 ediles no responden orgánicamente a ninguno de sus pares.
Distendida y relajada
Sin embargo, la justicialista Donni se mostró ayer relajada y distendida al reafirmar que tendrá el apoyo del PPS (8 votos), el usandizaguismo (4) y su propio bloque (6). "Más allá de la posición de los bloques, creo que los concejales sueltos podrían desempatar la votación", consideró al estimar que contará con 20 votos "o más" para conseguir su reelección hasta diciembre del 2004.
"Ya que el radicalismo no se pone de acuerdo, en caso de votar a alguien, lo haría por Donni", se jugó el concejal por el Socialismo Auténtico Alberto Cortés. Pero no sería el único en dar el batacazo. Por el ARI, Gustavo Gerosa aseguró anoche que "la presidencia le corresponde al Justicialismo porque de esta forma se respeta la voluntad de la gente en la última elección y se evitan a su vez acuerdos espúreos".
Pero en la lista se agregó el justicialista Alberto Joaquín que sin titubear lanzó: "Anticipo que la voy a votar a Luisa (Donni), y me parece que en el oficialismo se han debilitado algunas candidaturas".
En tanto, el radical Federico Steiger salió a patear el tablero. "Si los candidatos van a ser Donni y Cribioli, me abstengo de votar porque estoy hastiado de avalar el enfrentamiento permanente del Concejo con el Ejecutivo o la sumisión del cuerpo a la Intendencia". La edil izquierdista, Silvana Svatetz podría seguirle los pasos.
Las profundas diferencias tanto del peronismo como el radicalismo dentro del Palacio Vasallo y sus fragmentaciones políticas pueden hacer fracasar cualquier acuerdo interbloque.
"Nunca vi algo así, todo puede ocurrir, hasta incluso la presidencia puede quedar acéfala", dijo el oficialista Sergio Liberati. En el propio bloque radical celeste daban anoche por sentado que la candidatura de Cribioli podría esfumarse ante la falta de consenso. Mientras que la figura de Ielpi podría lograr que Convergencia revea su apoyo a Donni.
"No es cuestión de nombres sino de políticas. Si quieren convertirse en levantamanos del socialismo, que se borren del radicalismo y se afilien a su partido", desafió el usandizaguista Jorge Boasso.
El bloque peronista también amenaza con romper el acuerdo interbloque que sostiene la reelección de la actual presidenta. "Vamos con el cavallerismo, y los de Usandizaga, pero queremos que la gente del peronismo esté toda junta, y la bandera no es precisamente Luisa Donni", indicó Evaristo Monti.
Algunos colegas ven remoto que un candidato justicialista se baje para dar lugar a un referente del consenso como el pepesista Ricardo Reynoso. Pero hoy, cualquier conjetura podría concretarse.